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viernes, 19 de agosto de 2016

Marco Tulio Cicerón - De Fato (Sobre el destino) (45 a. C.).

Nuevamente tenemos al filósofo y orador Marco Tulio Cicerón, quien en este libro trata el tema de ''El hado'' o también conocido como ''El destino''. Pareciera ser que el libro es la segunda parte de ''De la adivinación'' en donde su postura estoica, rígida e inquebrantable sobre las cosas futuras, se sobrepone a todos los argumentos de los filósofos de esa época quienes tenían teorías distintas y protegían a toda costa, la existencia de el ''hado'' y su necesidad. Los argumentos de Cicerón, no parecen ser tan diferentes como los anteriores en ''De la adivinación'' pero si dejan mucho que reflexionar sobre el destino y sus causas.



EL HADO

- El libro comienza relatando algunos hechos de la época, los cuales son vinculados al destino, como lo llaman en este escrito ''el hado''. De alguna manera, el libro continúa el tema tratado en el libro anterior ''de la adivinación'', ya que en un comienzo se hace una pregunta alusiva a ello 

''¿Para qué acudir al hado si prescindiendo de él, pueden explicarse todas las cosas por la naturaleza o por la casualidad?''

- Recordemos que Cicerón en el libro ''De la adivinación'', nos decía que lo fortuito no podría existir debido a que todas las cosas tienen su naturaleza y por lo tanto, su causalidad.

- Cicerón nos cuenta el razonamiento que tiene Crisipo frente a los efectos que tienen sobre los ciudadanos, las cosas de la naturaleza y del ambiente; para eso, se hace una descripción de los climas que existen en las distintas ciudades de Grecia y como estos, han influenciado en los ciudadanos.

Por ejemplo:
  • Atenas: Aire tenue; éste da ingenio a los atenienses.
  • Tebas: Aire pesado; éste hace robusto a los tebanos. 
-Sin embargo, Cicerón dice que esto no se aplica a todos los ciudadanos de la ciudad, en cuanto a que existe una diversidad de caracteres, gustos y opiniones entre los ciudadanos. Entonces Crisipo nos dice que, la individualidad de los ciudadanos se desarrolla debido a la naturaleza de los lugares. Cicerón rechaza ésto diciendo que la naturaleza de los lugares podría influenciar a los ciudadanos solo en algunas cosas.

Cicerón alega que Crisipo desde el principio no comprende muy bien el asunto, porque si fuera que la naturaleza de los lugares nos impulsen a hacer cosas, el ser humano no tendría libertad; sin embargo, en éste sí la hay.

Se habla también de Estilpon, filosofo griego de quién se decía que era bastante aficionado al vino y a las mujeres, pero que gracias a su sabiduría tenía tan controlada su naturaleza hedonista, que jamás se le vio embriagado.

Cicerón dice que la causa natural puede producir inclinaciones viciosas, pero depende solamente de la voluntad y la constante disciplina destruir esta naturaleza viciosa (de aquí su postura estoica).

Otro personaje quien pretendía conocer las costumbres y caracteres de las personas a través de la inspección de los cuerpos, era Zópiro. Un fisonomista que al inspeccionar el cuerpo de Sócrates, declaro que éste era un imbécil porque no tenía la garganta cóncava, sus órganos eran robustos y cerrados y también mencionó que era aficionado a las mujeres.

- Cicerón hace una comparación con dos filósofos griegos, Crisipo y Diodoro Crono. Para Diodoro, solo es posible lo que pasa en el presente y si no lo es ahora, será en un futuro. Sin embargo, Crisipo no acepta esta premisa diciendo que lo que no existe, puede existir en un futuro.

Un ejemplo de Diodoro:

      ''El que nace al aparecer la canículano morirá en el mar''
                      (Elemento presente)            (Elemento futuro)

Es decir, lo que es posible en el presente (el nacimiento), es posible en el futuro (la muerte). Es valido decir entonces:

      ''Si Fabio nació al aparecer la canícula, no morirá en el mar''

Sería, por lo tanto, una contradicción decir:

      ''Fabio quien nació al nacer la canícula, morirá en el mar''

Esto sería imposible y por lo tanto ''Es imposible todo lo falso que se dice de lo futuro''.

Crisipo, no admite esto diciendo que lo que no existe, es posible que exista; por ejemplo, romper una joya aunque no se haya de romper jamás.

Cicerón le advierte que aunque piense de esta manera, esta aceptando un destino. Lo que se dice de la primera premisa, es inmutable y necesario, ya que lo pasado es inmodificable y lo que viene después (consecuencia), es igualmente necesario.


      ''Si Fabio nació al aparecer la canículano morirá en el mar''
                       (Pasado inmutable)       (Consecuencia inmutable)

- Crisipo no contento con esta teoría, procede a establecer que:

      ''No hay quien habiendo nacido al aparecer la canícula, deba morir en el mar''


Entonces Diodoro postula que lo posible es real en el momento o lo será en el futuro; lo que significa que no se podrá cambiar el futuro, es decir, está pre-establecido. Lo cual en algunos casos puede ser cierto como por ejemplo en las enfermedades. Si vemos a un hombre que lo ataca una enfermedad mortal se dirá:

     ''Aquel hombre morirá de aquella enfermedad mortal''


Sin embargo, Cicerón dice que los que declaran que el futuro es inmutable y que lo que es, en el futuro no puede dejar de ser, están muy lejos de conocer la necesidad del hado.

Crisipo por su parte, argumenta el concepto de hado apelando a la causalidad aristotélica. La causa eficiente.

Aristóteles postulaba que podría existir un primer motor que impulsa un desarrollo en las demás cosas (causa eficiente), Crisipo nos dice que si existe un movimiento sin causa, no puede decirse que las proposiciones sean verdaderas o falsas (Lo que no tiene causa eficiente, no es verdadero ni falso). Pero toda proposición o es falsa o es verdadera; por lo tanto no hay movimiento sin causa. Finalmente, todo tiene una causa y todo estaría sujeto al hado.

No contesto con esta teoría, Cicerón alega que éste pensamiento de Crisipo esta equivocado. Primero nos dice que lo que pasa en el pasado, solamente corresponde a ese tiempo inmutable e indeterminado y lo que pasará, solamente corresponde a ese futuro inmutable e indeterminado. Lo verdadero y lo falso no corresponden a propiedades inmutables según Cicerón. Sin embargo, sí son inmutables el pasado y el futuro pero estos, no exigen la necesidad de hado. Por último, agrega que esta forma de pensar es muy perezosa.

Por ejemplo:

           ''Si es tu destino curar de esta enfermedad, vayas o no vayas al médico, curarás. Pero si tu destino no es curar de esta enfermedad, vayas o no vayas al médico, no curarás''.

- Existe otro filósofo quien no aprobaba el razonamiento de Crisipo, su nombre es Carnéades. Éste filósofo decía que si existiera el hado, entonces nada dependería de nuestra libertad; sin embargo, hay un poder que existe en nosotros, una voluntad, si no fuera así, entonces no habría nada que hacer, ya que todo está pre-determinado.

Por otro lado, Cicerón nos advierte que no debe entenderse como causa, todo lo que precede al hecho, sino solamente lo que precede en forma eficiente.

Por ejemplo:

  • Bajar al monte, no es causa de que juegue a la pelota.
  • Salir de la casa, no es causa de que tuviera un accidente.
Para terminar con el argumento de Crisipo, Cicerón argumenta que las proposiciones son verdaderas o falsas y si, como Crisipo, una proposición no fuera verdadera ni falsa, solamente podría ser falsa. Todo lo que no sea verdadero, es falso.


Conclusión


Una continuación al libro ''De la adivinación'' que previamente habíamos analizado en la entrada anterior. Una de sus ultimas obras donde hasta el final, su figura estoica permanece inexorable. Por otro lado, está el rígido argumento de que las cosas no están predeterminadas, sino que también podemos hacer que tenga una dirección a través de esta ''voluntad'' de los seres humano al querer llevar a cabo nuestras empresas. Un libro para reflexionar sobre los aspectos temporales y metafísicos que nos inquietan a la hora de pensar en las cosas futuras y sus causalidades. En resumen, El pasado es inmutable en su período y el futuro es inmutable en su período.

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