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miércoles, 17 de febrero de 2016

Marco Tulio Cicerón - Pro Quinctio (Defensa de Quincio) (81 a. C.).

Situémonos en la república de Sila en el año 81 a. C., donde la proscripción de ciudadanos se hacían cada vez más frecuentes en Sicilia. En ese mismo año, Gayo Quincio se decidía a explotar unas propiedades con Sexto Nevio; sin embargo, Gayo Quincio muere y deja sus tierras en herencia a Publio Quincio. El heredero de estas tierras tuvo algunos problemas para recibirlas por parte de Sexto Nevio, e inmediatamente se ayuda con el abogado Marco Junio, pero este lo rechaza por una misión política que debe hacer en otro lugar. A falta de abogado Quincio recurre al gran orador Marco Tulio Cicerón que en ese tiempo sólo contaba con 25 años de edad, y sin ninguna preparación o defensa previa realizada. Veamos como defiende el orador más grande de la antigüedad.

Referencias:

(1) Para ver la conquista del poder entre Mario y Sila, véase el Imperio Romano
(2) Lo cual constituía una de las peores humillaciones en la Antigua Roma. 

PRO QUINCTIO 
(DEFENSA DE QUINCIO)

Estructura del juicio

Publio Quincio quiere recibir las tierras que heredó de su hermano Gayo Quincio, pero Sexto Nevio se lo impide. Veamos primero a los participantes del juicio que se encuentran 

Encargados del caso:
  • Pretor: Gneo Cornelio Dolabela
  • Juez: Gayo Aquilio
  • Asesores del juez: Quintilio Varo, Claudio Marcelo y Lucilio Balbo.

Abogados defensores:


Este es el contexto más o menos del juicio que se llevó a cabo para determinar la propiedad de Quincio, nombrada en la introducción.

Desventajas contra Nevio

Las dificultades que están presentes en el juicio son evidentes. Cicerón no tiene la experiencia necesaria frente a Hortensio que tiene una trayectoria muy grande en esos tiempos. La ausencia de Marco Junio como el real abogado que iba a representar a Quincio era la gran ventaja que tenía, pues era un abogado dedicado a estas causas mucho más que Cicerón

La estrategia para defender a Quincio es mostrar a Sexto Nevio no como un contrincante de Quincio (que en realidad sí se ve así), sino como alguien a quien no se le debe nada.  Además, Cicerón alega que el pretor fue tal vez desconsiderado con poner frente a Hortensio alguien con tan poca experiencia. Finalmente, se ruega por una equidad en el tribunal en nombre de la justicia. 

Los sucesos

La situación se describe como la siguiente. 

El hermano de Publio Quincio era Gayo Quincio, quien se había asociado con Sexto Nevio. Este Sexto era un hombre libre que heredó algún dinero de su padre, y que según el relato de Cicerón, se dedica solamente a vulgaridades. 


De todas maneras, Gayo Quincio y Sexto Nevio tenían un trato en el cual compartían una propiedad de ganadería y otras cosas, específicamente en la Galia. La muerte de Gayo Quincio es repentina y el mismísimo testamento dice que Publio recibirá como herencia la propiedad. 

Publio y Sexto

Cuando muere su hermano Gayo Quincio, Publio se dirige a la Galia y se hace amigo del mismo Sexto Nevio. Ninguno de los dos mencionaba la propiedad y la herencia. 

Publio Quincio decide un día determinado subastar su propiedad de Galia Narbonense (que además era de carácter personal), pero Sexto lo persuade de que no lo haga y que mejor se quedara en Roma. 

Gayo Quincio tenía que pagar primero a Gayo Escápula, que era su acreedor y por sentencia del juez Gayo Aquilio, Quincio determinará cuánto se le daría a sus hijos. Sin embargo, Nevio retuvo el dinero de Quincio tratando de que no lo consiguiera y dividir la herencia que en realidad le pertenecía a Quincio.

La defensa

Cicerón está decidido a dividir su defensa, tal cual lo hace Hortensio en las suyas. 

Se propone defender 3 puntos específicamente:

  1. No hay razón para que Sexto pida los bienes de Quincio.
  2. No puede poseer el bien por edicto
  3. Nunca poseyó los bienes de Quincio (parte perdida en los escritos). 

Para demostrar el primer puntoCicerón dice que Quincio no le debe nada a Sexto; por lo tanto, no hay razón para demandar por los bienes. De hecho, si Quincio tuviera algo que deber, Sexto tuvo 2 años para cobrarle lo debido y no lo hizo. Por lo que hace suponer que no tenía ninguna deuda. De hecho, es el mismo pretor Gayo Aquilio (quien ahora es juez del caso), el que decretó que la herencia le pertenece a Quincio. 


Cabe destacar que cuando Quincio debía presentarse ante el pretor para recibir los bienes. Sexto nos dice que Quincio no se presentó y por eso él retuvo sus bienes, en otras palabras, Quincio no compareció ante el pretor por los bienes. Sin embargo, Quincio no estaba en Roma porque tuvo que ir a Galia junto con Lucio Albio, por lo que se entendía que no podría comparecer en Roma; no obstante, Sexto lo acusó de no comparecer deliberadamente y se quiso apropiar de lso bienes de Quincio. 

En el segundo punto, Nevio no puede demostrar que le pertenecen los bienes por edicto, pues para que los pueda tener, en primer lugar Quincio no debería haber tenido defensa en el caso, pero sí la tenía. La tenía de parte de su procurador Alfeno quien era contrario a que Nevio recibiera la herencia. 

No obstante, a este punto, el abogado de Nevio podría decir eventualmente que su cliente se veía en desventaja porque Alfeno, como pretor de ese tiempo era partidario de Mario quien al mismo tiempo gobernaba en ese tiempo, mientras que Nevio era partidario de Sila(1).  Sin embargo, Cicerón objeta a Nevio que de su parte estaban Hortensio (su propio abogado) y Filipo quienes pertenecían a la aristocracia gobernadora de Roma. 

Exhortación a los jueces

Esta parte del discurso tiene que ver con disuadir a los jueces, a que consideren a Quincio como un hombre humilde que tiene más valores que cosas materiales. 

Quincio tuvo una conducta irreprochable incluso cuando supo de la injusticia que se cometió sobre él. Cicerón apela a toda la buena disposición y comportamiento que Quincio a representado en el caso. 

''Es una ruina ser despojado de los bienes que merece, pero mucho más lo es cuando un pariente lo hace con injusticia''

Sería un hecho muy injusto que Quincio perdiera sus propiedades y bienes heredados de su hermano, y ver que Nevio se apodere injustamente de ellos. Además, sin aquellos bienes Quincio no podría tener los recursos suficientes para casar a su hija(2). 

Conclusión

Este fue uno de los primeros casos que Cicerón tuvo que defender, lamentablemente, no conocemos los casos anteriores en los que se presentó, pero sin duda que debieron ser mejores. El caso terminó favorablemente para Cicerón y Quincio. Era innegable la injusticia que tuvieron contra Quincio, aunque algunas fuentes aseguran que el orador exageró en algunas cosas como la de no poder casar a su hija. De todos modos, pensemos que eran tiempos más difíciles donde los plebeyos casi no tenían oportunidades en la vida. La maner en que Cicerón defiende a Quincio, tal vez la aprendió de La Retórica de Aristóteles, pues se nota que se esforzó mucho para cambiar la disposición del jurado (como buen retórico debe hacer). 

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