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viernes, 18 de diciembre de 2015

Aristóteles - La Política (Libro V: Las revoluciones).

La extrema insatisfacción del pueblo lleva a éste a derrocar a los gobiernos por los cuales son explotados. Hasta ahora hemos visto los gobiernos con sus descripciones características, pero no hemos analizado las razones del porqué ciertos gobiernos pasan de una forma a otra. En algo se parecen las descripciones que da Aristóteles a las revoluciones socialistas que impactaron el siglo XX en algunas partes del mundo. Pero no solamente veremos la ruptura de un gobierno por la revolución, sino que también veremos la conservación de éste.

Referencias:

(1) Los trierarcos eran los oficiales que tripulaban los trirremes. A estos oficiales se les debía pagar el equipamiento de la flota y los insumos de los trirremes. 
(2) Recordemos que en algunos gobiernos, la calificación propietaria es fundamental para participar en política. 

La Política


LIBRO QUINTO: LAS REVOLUCIONES

Capítulo I: Causas del cambio de régimen


Hemos dicho que todos los gobiernos cambian ya sea por un disgusto o por necesidad. La democracia existe cuando se forma igualdad absoluta entre todos los ciudadanos y la demagogia cuando algunos ciudadanos quieren tener la igualdad absoluta. La oligarquía se produce por la desigualdad producida por riqueza; debido a esto, los ciudadanos que se sienten al por la desigualdad recurren a la revolución.

Sólo los ciudadanos de méritos tienen derecho a ejercer la revolución, aunque también los ciudadanos que han heredado la riqueza luego reclamen el derecho a la desigualdad y desencadenar una revolución. Así, los gobiernos oligárquicos pueden pasar a democráticos o los democráticos a los aristocráticos por medio de la revolución. Los revolucionarios no necesariamente cambian la constitución; al contrario, la mantienen y la ejercen en el gobierno.

Igualdad de mérito e igualdad de número

La igualdad basa en el mérito implica igualdad en proporción (uno es a dos como dos es a cuatro) y la igualdad de número implica igualdad de extensión (tres es mayor que dos). Si un gobierno aplica de manera absoluta sólo un tipo de igualdad, el disgusto será inminente, por eso, es recomendable que un gobierno se guíe por la combinación de estas igualdades. 

Basada en mérito: sólo algunos (oligarcas) ejercen su igualdad como una totalidad.
Basada en número: todos (demócratas) ejercen su igualdad como una totalidad.

En todo caso, la democracia es más consistente y más duradera que cualquier gobierno y está expuesta a menos transformaciones que la oligarquía. Además la oligarquía es la única que se enfrenta contra sí misma y contra el pueblo, mientras que la democracia sólo se enfrenta con la oligarquía, jamás contra sí misma. 

Capítulo II: Tres causas que originan las revoluciones

Las causas que originan las revoluciones mencionadas por Aristóteles son las siguientes: 

  1. Disposición moral de los que se rebelan.
  2. Propósito de la insurrección.
  3. Circunstancias particulares que originan la discordia entre los ciudadanos.



Estas causas suelen ser justas o injustas dependiendo de quién las realiza. Hay veces que los ciudadanos, una vez hecha la revolución por razones de igualdad, se vuelven tiranos y quieren dominar al resto. Otros ciudadanos lo hacen con razón de obtener riquezas más que de una disposición moral. 

Causas en la disposición moral

Cuando la revolución ocurre por disposición moral, tenemos dos primeras razones: riqueza y honores. Sí, dijimos que la riqueza no era una disposición moral, pero podría serlo cuando se trata de equilibrar de maner equitativa la distribución de las riquezas.  

Junto a las dos primeras causas mencionadas tenemos la injuria, el miedo, la superioridad, el desprecio, el crecimiento desproporcionado de algunas partes de la ciudad, la cábala, la negligencia, una causa imperceptible y las diferencias de origen y nacimiento. 

Capítulo III: Los movimientos revolucionarios

Existen dos tipos de insurrecciones: 

Sedición: cuando la soberbia y la codicia de los magistrados y políticos hace que conspiren unos contra otros, sin importar dañar la constitución.

Revolución: cuando la ciudadanía se ve privada de todos los honores y beneficios que les son prodigados sólo a algunos. 

Analicemos las restantes causas de una revolución:

Superioridad: ocurre en el seno del Estado cuando la supremacía es excesiva ya sea de parte de un individuo o de un grupo. 

Miedo: cuando los ciudadanos serán atacados por algún tipo de castigo o injusticia.

Desprecio: cuando la mayoría se rebela contra la minoría oligárquica, o cuando los ricos se rebelan contra los pobres.

El crecimiento desproporcionado: cuando una parte de la ciudad es tan grande que origina disensos con las ciudad más pequeñas. 

Negligencia: cuando se pone a las personas menos indicadas a cargo del gobierno (enemigos). Es el caso de Heracleodoro quien una vez posicionado como magistrado, cambió la oligarquía a democracia. 

Causa imperceptible: cuando en la constitución hay leyes que no son consideradas importantes en un comienzo, pero que luego tienen sus consecuencias. Por ejemplo, en Ambracia, la calificación propietaria no era un problema desde un principio (era baja), pero luego se suprimió por completo porque valía tan poco como no tener ninguna.

Diferencias de origen: cuando un Estado reúne a muchas razas al azar debido a otorgamiento de derechos de ciudadanía a los extranjeros.

Geografía: la sola distribución del suelo es causa de disensiones en una ciudad. La delimitación de una ciudad hace que se produzcan enfrentamientos. 

Virtud y vicio: la confrontación de estos dos componentes hace que se produzcan enfrentamientos en la ciudad. 

Pobreza y riqueza: evidentemente ésta dualidad también provoca enfrentamientos entre ricos y pobres; unos quieren igualdad y otros desigualdad. 

Capítulo IV: Ejemplos de movimientos revolucionarios

Los hechos de la sedición y la revolución son cosas muy graves y responden a circunstancias realmente importantes. Veamos algunos ejemplos que cita Aristóteles.

Cuando los principales ciudadanos tienen problemas, estos mismos problemas se expanden a todo el Estado. 

Siracusa

El asunto de dos jóvenes llevó a cambiar la Constitución de Siracusa, pues los dos eran personas importantes. Uno se fue de Siracusa a hacer cosas importantes y en su ausencia, su amigo aprovechó de conquistar a su esposa. Cuando su amigo volvió a Siracusa, éste se enfureció tanto que emprendió una venganza, enamorar a la esposa de su enemigo. Esto llevó a cambiar la constitución. Por eso, es de suma importancia analizar a tiempo el origen del problema y corregirlo. 

Delfos

Una pareja estaba a punto de casarse, pero el futuro esposo tenía un presagio siniestro que hizo desistir en el matrimonio. Los parientes, enojados contra el futuro esposo, ocultaron los elementos que se necesitan para dar sacrificio y cuando el esposo va a hacer el sacrificio, no encuentra los elementos y lo condenan por sacrilegio. 

Timófanes

Un ciudadano llamado Timófanes había dejado dos hijas y Doxandro, quien no pudo tenerlas para sus hijos emprendió una sedición logrando el apoyo de los atenienses. 

Epidauro

Un ciudadano había prometida a su hija a un joven cuyo padre era magistrado. El padre del joven condenó a pagar una multa al padre de la prometida y éste en venganza hizo que se sublevaran todas las clases de la ciudad que carecían de derechos políticos. 

Otras razones están relacionadas con los cargos y atribuciones excesivas en cualquier magistratura. Los casos más conocidos fueron las atribuciones del Areópago en las guerras médicas, la preponderancia del gobierno del pueblo luego de la guerra de Salamina, el reemplazo de la república por democracia en Siracusa, la victoria del pueblo contra el tirano Foxos y asì muchos otros acontecimientos.

Falacias que conducen a la revolución

Unos de los factores más determinantes para la revolución son las falsas promesas. El pueblo se ve convencido de hacerla y luego de ejercer violencia contra quienes no estaban de acuerdo. Otra forma es utilizar la astucia en los medios que se tengan para convencer al pueblo. 

Capítulo V: Las revoluciones en la democracia

Cuando los demagogos reclaman por la mala distribución de las riquezas, ahí es cuando se produce la revolución en la democracia. Bajo falsas acusaciones, los demagogos persuaden a los ciudadanos restantes para que se les unan y derroquen a los ricos. De esto hay muchos ejemplos. 

Ejemplos de derrocamiento de la y en la democracia 

En Rodas, los demagogos con el fin de derrocar la democracia, utilizaron el dinero de los trierarcos(1) para financiar el derrocamiento a la democracia.

En Heraclea, unos ciudadanos fueron exiliados por los demagogos y estos, al ser exiliados, se reunieron y volvieron a la ciudad a derrocar la democracia.

En Megara ocurrió algo similar. Los ciudadanos al ser desterrados por los demagogos se reunieron en exilio y derrocaron a la democracia para instaurar una oligarquía.

Los demagogos

En la época antigua (más antigua que Aristóteles) los demagogos eran al mismo tiempo generales. De esta forma, las democracias terminaban siendo tiranías, ya que los tiranos antiguamente eran demagogos. Para transformarse en demagogo bastaba con provenir de las filas del ejército. Actualmente (en la época de Aristóteles) con los avances de la retórica han permitido mejorar la retórica, pero la ignorancia de los militares en estos asuntos les impedía producir buenos discursos. 


Capítulo VI: Las revoluciones en las oligarquías

Las causas de la revolución en una oligarquía pueden ser dos:

  1. Sojuzgar a las clases inferiores.
  2. Cuando el jefe del movimiento está en las mismas filas de la oligarquía.

Estas son causas que en realidad son causas internas, veamos ahora las causas externas que originan una revolución en la oligarquía. 

  1. Sedición por parte de oligarcas que no participan del poder. 
  2. Cuando el poder se concentra en unos pocos.
  3. Aprovechamiento de discusiones internas en el gobierno. 
  4. La servidumbre de las clases inferiores.

En general estas son las causas internas y externas de la revolución en una oligarquía.

Problemas en el seno de la oligarquía

Es necesario notar que los oligarcas tienen sus propios demagogos. Pueden encontrarse entre los mismos oligarcas, aunque sean pocos. Estos últimos estarán a favor del pueblo para derrotar a los oligarcas establecidos, en cierto sentido, entre oligarcas se quieren derrocar ya sea utilizando sus propias argucias, o apelando al pueblo. 

A veces lo oligarcas no desea derrocar el gobierno establecido (quizás porque no tenían las herramientas para hacerlo), sino que saquean los fondos públicos para que la discordia surja entre sus filas y los ciudadanos hagan a revolución. 

Para que la oligarquía no sea destruida o no se vea amenazada de una posible destrucción, necesita estar unida y bien establecida en el poder. De acuerdo con Aristóteles, el gobierno de Farsalia fue la única oligarquía que fue moderada y prudente. El mayor peligro que tiene una oligarquía es que se forme otra dentro de la misma. 

Revolución en tiempos de guerra y de paz

Estas revoluciones pasan tanto en tiempos de guerra como de paz. 

En tiempos de guerra: cuando la desconfianza del pueblo es tal, que el gobierno se ve obligado a contratar mercenarios para atacar al enemigo. Posteriormente el gobierno se convierte en una tiranía. 

En tiempos de paz: cuando surge la desconfianza entre los mismos oligarcas. Se contratan mercenarios privados por dicha desconfianza y posteriormente se origina la revolución. 

Capítulo VII: Las revoluciones en la aristocracia

En primer lugar, la revolución en una aristocracia ocurre por la concentración del poder de una minoría. Como podemos inferir, las razones son muy parecidas a la oligarquía, pues una viene de la otra. 

Veamos los tres casos en que se genera una revolución en la aristocracia. 

  1. Cuando una multitud de ciudadanos piensa que tiene los mismos méritos que quienes gobiernan y además se encuentra excluida del gobierno.
  2. Cuando hombres eminentes en virtud se ven ultrajados y degradados por magistrados colocados por encima de ellos.
  3. Cuando se excluye de todos los cargos a los guerreros valerosos. 

Otra de las causas es la desigualdad en cuanto a riquezas lo cual provoca disensiones entre ricos y pobres. Lo mismo pasa cuando un ciudadano que ya es poderoso pretende acumular más y más poder en un gobierno. 

De acuerdo con Aristóteles, la mayoría de las revoluciones ocurren en la aristocracia de manera progresiva y sin que nadie lo advierta. Cuando se logra la revolución, se logra una desviación del gobierno establecido lo que lleva al cambio de la Constitución. Dicho cambio será gradual hasta llegar a una modificación total de aquella. 

Capítulo VIII: Los medios para asegurar una forma de gobierno

En todo Estado sin importar qué forma de gobierno tenga, la derogación indiscriminada de leyes es lo primero que hay que evitar para asegurar el gobierno. La ilegalidad socava el Estado, aunque dicha ilegalidad sea poca. Este proceso de destrucción es gradual y de muy pequeño puede destruir las cosas más grandes. 

Lo otro es no dejarse convencer por los sofismas de algunos ciudadanos porque los hechos siempre serán más fuertes que el sofisma. 

La permanencia de un gobierno no depende tanto de la Constitución o de las leyes que esta tenga, depende mucho más de la gestión que haga el gobernante. El gobernante es el único que puede cambiar la Constitución y sus leyes en favor del pueblo, la Constitución en sí misma no. 

Las funciones deben preservar el gobierno

Cuando los miembros de la oligarquía son numerosos es mejor que las magistraturas sean populares. De esta manera, los cargos en las magistraturas serán de seis meses y así los miembros se turnan en ellas. Es de vital importancia que si hay numerosos miembros se deba impartir un modelo democrático de elección.

Esto evitará que las minorías manden por prolongados períodos de tiempo, y así no se forme violencia. Además, los cargos que son ejercidos por poco tiempo no dan momento para que se ejerza de mala manera, como cuando ocurre con los cargos de larga función. De hecho, esto hace que cualquier tipo de gobierno se convierta en tiranía. 

Cambios en la constitución para preservar el gobierno

La idea siempre será que la constitución y las leyes prevengan las peleas entre ciudadanos poderosos. Obviamente, esto no es pertinente que lo haga un hombre común, sino más bien un hombre político. 

Otra de las cosas que pueden evitar una revolución son las calificaciones propietarias. Porque cuando se elevan los valores excesivamente, los pobres no podrán nunca ser parte de la actividad política u otras(2). Para evitar esto es fundamental que el gobierno actualicen las rentas y los ciudadanos logren una calificación alcanzable. 

Si no se construye un gobierno sobre estas bases para evitar la revolución, entonces es preciso que quien esté ejerciendo el cargo de gobernador lo deje inmediatamente. Si no se puede de buena forma , es urgente que se le destierre o se le envíe al extranjero. 

La combinación de clases, siempre y cuando esté mantenida en un equilibrio, asegurará la existencia de un gobierno moderado. Así se previenen las revoluciones que tienen por objetivo acabar con la desigualdad extrema. También es una buena idea recompensar a los magistrados que los distingan como buenos administradores. 

Capítulo IX: Otras formas de preservar el Estado

Una de las recomendaciones que da Aristóteles para mantener la constitución es tener hombres que tengan un verdadero compromiso con el Estado. Dicho hombre debe tener tres cualidades:


  1. Amor genuino por la Constitución.
  2. Capacidad para el ejercicio de la función.
  3. Virtud y justicia correspondiente para el ejercicio. 

Sin duda que para escoger aquel hombre con tales características va a ser una tarea muy difícil. Por ejemplo, entre un hombre militar que no es proclive a la constitución, mientras que otro no es militar pero sí es proclive a la constitución ¿a quién elegimos? En efecto, podemos decir que el segundo hombre es el más adecuado, pero si no es virtuoso ¿qué podemos hacer? si no es virtuoso se dejará llevar por los placeres. 

Así, la manera de derrocar un gobierno consistirá en inclinarse por los extremos y no por el justo medio. Tanto los hombres como las instituciones deben aspirar a la moderación y a lo medio porque es ahí donde está la virtud.  


Una buena manera de dirigir el gobierno hacia la lealtad constitucional es educar en materia constitucional, es decir, a respetar el gobierno y las leyes de una ciudad (no a respetar la constitución de cierto gobierno, sino que respetar las leyes). 

Libertad y democracia

De acuerdo con Aristóteles, en las democracias se funda un falso fundamento de libertad. Se instaura en la ciudadanía que la constitución es un elemento que esclaviza a los ciudadanos, pero al contrario, la constitución es una entidad que garantiza los derechos a los ciudadanos que provee todos los medios para vivir. Por eso, la educación en cuanto a la Constitución es vital. 


Capítulo X: Las revoluciones en la monarquía

La monarquía es uno de los tipos de gobierno que se acerca mucho más a la aristocracia que a la democracia. En efecto, en la aristocracia mandan los mejores, en la monarquía manda el mejor y en la democracia manda el pueblo. 

Este gobierno surge para proteger a las clases más acomodadas donde se elige a alguien para ser monarca. El tirano, que es lo contrario del monarca, surge del pueblo mismo, recordemos que el tirano proviene de la demagogia. Otro modo en que se puede formar un tirano es desde la misma monarquía, cuando el pueblo mantenía de forma prolongada al rey, este se volvía despótico. 

Los dos gobiernos (aristocracia y monarquía) se parecen en cuanto a que los que mandan lo hacen por herencia, o por riqueza.

Causas de la revolución en la monarquía

Las revoluciones en la monarquía pasan porque el monarca acapara el poder absoluto en la ciudad. La conspiración para sacar al rey del poder toma por objeto al monarca mismo o al poder mismo. También se debe al trato que le monarca tiene con sus súbditos o con el pueblo entero. 

Destrucción de la Tiranía

Una de las causas es que un gobierno cercano a éste gobierno se proponga derrocarlo. En efecto, los Estados fundados con principios diferentes siempre serán enemigos. Aunque, por otro lado, la tiranía también se puede acabar desde su seno interno, cuando los más poderosos discuten con el tirano. 

Quien funda el odio entre la ciudad es el tirano, pero su derrocamiento también es debido al odio pero de los ciudadanos. El odio también va acompañado con cólera, la cual es mucho peor que el primero, de hecho, la cólera tiene más vehemencia que el odio. 

Destrucción de la monarquía

La monarquía se destruye de dos maneras. 

  1. Conspiración de los mismos miembros de la realeza.
  2. Tendencia al despotismo.

Otra que puede ser es la herencia monárquica. El pueblo se enfurece rapidamente con la sucesión hereditaria, lo cual hace que la gente no lo consienta y conspiren contra el gobierno. 

Capítulo XI: Conservación de la monarquía y la tiranía

Como la filosofía ética aristotélica lo indica, la única manera de preservar la monarquía será la moderación. Así, el pueblo no tiene nada que envidiar y el monarca no aspira a ser absolutista o déspota. 

En cambio, la tiranía para preservar su poder suprime todas las cosas que pudieran aportar superioridad a los ciudadanos. Todo lo que tenga que ver con la educación será totalmente destruido, o cualquier tipo de asociación. La guerra también es un medio para mantener al pueblo distraído, dándoles la idea de que necesitan un líder fuerte para enfrentar la guerra. 

Otro de los métodos para que no se conspire contra el tirano es dejar al pueblo sin comida para que, buscando los alimentos de su subsistencia, no piensen en conspirar o armar una revuelta. Un ejemplo de esto son las pirámides de Egipto, se debe mantener al pueblo ocupado en oficios y el empobrecimiento.  

Podemos resumir en tres puntos cómo el tirano mantiene su gobierno.

  1. Envilecimiento de los ciudadanos.
  2. Promover la desconfianza entre los ciudadanos unos con otros.
  3. Agotamiento y empobrecimiento de los ciudadanos. 

Para que el tirano pueda alcanzar el poder debe aparentar ser alguien que se preocupa de los intereses públicos. El tirano debe decir que correrá con todos los gastos del Estado. Por lo demás, el tirano siempre se debe mostrar grave e impenetrable para inspirar temor y respeto entre los ciudadanos; además, debe tener una reputación intachable. 

Cuidar las apariencias

Es imprescindible que el tirano se cuide de las apariencias, que no beba o coma en exceso ni se entregue a los placeres de maner excesiva. Tampoco debe golpear a alguien sea cual sea el motivo, menos insultar a alguien. Si el tirano es golpeado o insultado por alguien no puede recurrir a la venganza ni tampoco a un castigo muy duro. Debe procurar que el castigo sea como el de un padre a un hijo. 

Capítulo XII: Duración de las tiranías

A pesar de todas las precauciones que se puedan tomar para mantener la tiranía o la oligarquía, estos gobiernos son los que menos duran. Una excepción podría ser la tiranía de Ortógoras porque procuró controla hábilmente a sus súbditos, dicha tiranía duró 100 años y es una de las que más ha durado.  

Crítica a Platón

Sócrates, en el libro IX de la República, nos habla de la tiranía, pero no habla sobre las revoluciones en ella. Sólo nos dice que la revolución ocurre porque nada puede ser permanente, pero esto si bien puede ser cierto es un argumento muy simple.

Hay otra crítica que concierne al orden de formas de gobierno , es decir, en qué orden ocurren. Sócrates describe una especie de proceso o circulo vicioso en las formas de gobierno: primero tenemos la timocracia, luego la oligarquía, después la democracia, luego la tiranía y vuelta a la timocracia siguiendo el mismo orden. Sin embargo, Aristóteles por su parte reclama que no siempre es así, pues es posible que de una tiranía surja otra tiranía. Un ejemplo es el de Clístenes sucediendo a la de Mirón en Sicione. Y también puede convertirse en oligarquía como pasó con Antileón de Calcis; o en demagogia como la de Gelón de Siracusa:; o en aristocracia como la de Carilao en Lacedemonia. 

La oligarquía también se puede transformar en tiranía, nombraremos algunos ejemplos.


  • Oligarquía de Leoncium a la tiranía de Panecio.
  • Oligarquía de Gela a la tiranía de Cleandro.  
  • Oligarquiá de Reges a la tiranía de Anaxilas

Es un error también de Sócrates suponer que la oligarquía sólo surge por la ambición de riquezas porque como dijimos en libros anteriores, la oligarquía también sucede a causa de que lso ricos no reconocen derechos igualitarios y necesitan desigualdad para prosperar. 

Lo mismo pasa para todas las formas de gobierno, todas pueden devenir en su contrario. 

Conclusión

En nuestros tiempos, los gobiernos oligárquicos o aristocráticos ya no existen como tal, más bien usamos estos términos para referirnos a las clases altas o a las personas que poseen riquezas por herencia. Hoy en día los gobiernos oscilan entre democracia, tiranía y monarquía; sin mencionar a los gobiernos socialistas donde manda una especie de vanguardia. La revolución es algo inevitable contra el abuso de los que quieren someter a los ciudadanos. Pareciera ser casi un derecho que se extiende para derrocar al poder establecido e instaurar un nuevo régimen. Finalmente, este manual político sirve para reflexionar sobre las distintas formas de gobierno y cómo preservarlas o derrocarlas. 

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