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domingo, 26 de noviembre de 2023

Concepto de libertad en los filósofos griegos

 


Concepto de libertad en los filósofos griegos

Este concepto puede ser uno de los más complejos no solo en el área de la filosofía, sino que también en la literatura, la religión, la política, la economía y en las ciencias en general. Ciertas veces es mejor poner comparaciones o contrastes para entenderla de forma más fácil; por ejemplo, 

  • Autodeterminación
  • Buena voluntad
  • Conciencia moral
  • Deber
  • Determinismo
  • Indeterminismo
  • Posibilidad de elección 
  • Voluntad

Estos son solo algunos conceptos con los cuales podemos entender y relacionar la libertad desde distintos puntos de vista. De hecho, entre ellos pueden combinarse, pero los que más nos interesan son aquellos que más se relacionan con la filosofía griega. 

Filósofos griegos

Platón

El concepto de libertad lo podemos apreciar en la República de Platón con la célebre Alegoría de la Caverna. 

Sócrates comienza a construir la imagen mental del mencionado mito. Aquí va la descripción:
  • Unos hombres atados con cadenas a una pared desde su infancia, y obligados a ver unas imágenes proyectadas en la pared por el fuego.
  • Por detrás de la pared hay unos hombres que transportan objetos de modo que la sombra de estos se proyectan en la pared.

Si analizamos solo esta parte de aquellos hombres, veremos que ellos al estar atados desde su infancia y al ser expuestos a las sombras, toman esta realidad como verdadera. Si tomamos la alegoría de la línea, tendríamos las imágenes como primer objeto de conocimiento.

¿Qué pasaría si se liberara a uno de los prisioneros? Naturalmente, tendrían que observar los objetos que le fueron mostrados a través de las sombras, pero esta vez como son en realidad y de manera concreta, es decir, ya los puede tocar. Siguiendo con la alegoría de la línea, tendríamos el segundo nivel que son los objetos materiales.

Sin embargo, si el prisionero fuera más allá de los objetos, se encontraría inevitablemente con la luz del día. Esto naturalmente lo obligaría a volverse rápidamente a contemplar los objetos materiales, ya que la luz del día lo podría enceguecer.

Por lo tanto, el proceso que debe hacer el prisionero hasta llegar al exterior, debe ser gradual y la única forma de poder contemplar los objetos por sí mismos, sería viendo primero dichos objetos a través del reflejo de las aguas. La contemplación abstracta de los objetos a través del reflejo de las aguas, correspondería al tercer nivel, los objetos matemáticos.

Una vez que el prisionero pueda contemplar los objetos por sí mismos gracias a la luz del sol, podrá contemplar también la idea del bien. Y con esto, ya puede obtener las ideas de dicho mundo. No olvidemos que el sol que todo lo ilumina, es a la vez la idea misma del bien.

Ahora, ¿qué haría el prisionero que se ha liberado, cuando observe a sus compañeros que quedaron en el fondo de la caverna? Supuestamente, tendría que bajar a liberarlos y a mostrarles, que las cosas que ellos contemplan como sombras, no son más que imágenes que no se asemejan a la realidad. Sin embargo, los que están como prisioneros no le creerían aquella realidad e incluso lo amenazarían de muerte si es que él los suelta de ahí. Además, es más fácil permanecer en el mundo de las imágenes que en el mundo de lo inteligible.

El arduo trabajo que significa salir de la cueva, es el arduo trabajo para alcanzar la idea del bien y en consecuencia, la libertad. El proceso de pasar de la oscura caverna a la luz del exterior se llama ''obnubilación'' lo mismo para el proceso que significa ir del mundo exterior a la oscura caverna.

Naturalmente, el hombre que contempla el exterior, no querrá obnubilar su alma una vez que esta puede contemplar las cosas en sí. Al contrario, querrá siempre apreciar este tipo de vida. Este es el mundo verdadero. 


Es aquí, en el mundo inteligible, donde somos libres de las ataduras de las sombras de la caverna, dejamos de ser esclavos

Por otro lado, en Platón también se entiende la libertad cuando las clases sociales realizan sus labores correspondientes. Recordemos que las clases sociales en Platón son:

  • Filósofos
  • Guardianes
  • Labradores

Cuando cada uno se enfoca a lo que es capaz, entonces está siendo libre. Quien se dedique a otra cosa que no le corresponde, en consecuencia, no es libre porque es esclavo de aquello por lo que no ha nacido. Esto lleva a la armonía y a la libertad de la ciudad. De hecho, cuando se hablaba de los filósofos-reyes (o gobernantes), estos debían gobernar sin leyes, pues los filósofos que serían esencialmente buenos no necesitan leyes, les estorban.  

Con respecto a los gobiernos, Platón nos decía que en la democracia hay un exceso de libertad que hace nacer inmediatamente el gobierno de la tiranía. Se reconoce en la democracia, una libertad individual. 

Aristóteles 

Aristóteles comprende la libertad entre dos conceptos esenciales: el orden natural y el orden moral, los cuales se coordinan con el concepto de causa final. Todas las cosas tienden a un fin de forma natural el cual, en el hombre, tendría que ser la libertad. 

Sin embargo, para que el hombre se dirija a este fin debe pasar por procesos complejos, pues lo voluntario en Aristóteles es aquello que se hace sin coacción y sin ignorancia. Al mismo tiempo, no habría libertad de elección si no existiera la voluntad. 

Ahora bien, para Aristóteles, el concepto de libertad tiene ciertas paradojas; por ejemplo, el caso en que un tirano nos obligue a realizar una mala acción, y que en caso de no hacerlo, asesinará a un ser querido nuestro. En este caso, estamos obligados a hacer una mala acción, pero a la vez estamos haciéndola voluntariamente, una vez que hemos escogido realizar la mala acción. 

En cualquier caso, el hombre siempre tiene la responsabilidad y libertad de elegir lo que quiere. El hombre es el principio y el padre de sus actos tanto como de sus hijos; el obrar o el no obrar depende de sí mismo. De esta forma, la virtud y el vicio también será responsabilidad y elección de nosotros. 

Escuelas helenísticas

Según Epicuro, la libertad reside en la ataraxia, que es la ausencia de perturbaciones y la serenidad del alma. Este estado se alcanza cuando una persona logra una paz interna, liberándose de preocupaciones y temores. En este contexto, la libertad implica deshacerse de ansiedades y deseos que perturban la mente y generan sufrimiento.

Si bien Epicuro es conocido por su enfoque hedonista, es importante entender que su hedonismo no se trata de la búsqueda desenfrenada de placeres, sino de elegir conscientemente placeres moderados y duraderos que contribuyan a una vida plena. La libertad, en este caso, implica la capacidad de elegir sabiamente entre los placeres para evitar el dolor y el sufrimiento a largo plazo.

En cuanto al temor a la muerte, Epicuro trata este tema argumentando que comprender la naturaleza inevitable de la mortalidad libera a las personas del miedo, permitiéndoles disfrutar plenamente de sus vidas. En este contexto, la libertad implica no quedar atrapado en la esclavitud del temor hacia lo ineludible.

Estoicismo

En el estoicismo, la libertad reside en la práctica de la autodisciplina y en la serena aceptación de la voluntad divina o del orden natural (logos). La libertad, según los estoicos, se manifiesta internamente, donde el ejercicio de la razón y la virtud capacita a una persona para conservar la tranquilidad y la paz mental, sin importar las condiciones externas que puedan surgir.

También, la libertad consistía en la capacidad de autodeterminarse a través de la adhesión consciente al orden cósmico y la práctica activa de la virtud. Era imperativo vencer las pasiones y las emociones perturbadoras para alcanzar este estado de libertad.

Escepticismo

La libertad en el escepticismo no se enfocaba tanto en un contenido específico como en una actitud de suspensión de juicio. Los escépticos sostenían que liberarse de las creencias dogmáticas permitía una mente abierta y una paz interior.

Con respecto a la libertad de opinión, la libertad para los escépticos radicaba en la capacidad de no estar atados a opiniones rígidas y prejuicios, permitiéndoles explorar diversas perspectivas sin comprometerse con ninguna.


Conclusión

En conjunto, estos enfoques filosóficos ofrecen un panorama completo de la libertad, desde la liberación de las ataduras mentales hasta la elección consciente de acciones virtuosas, la aceptación de la realidad cósmica y la exploración abierta de diversas opiniones. La libertad, entonces, se revela como un concepto profundamente arraigado en la condición humana, influyendo no solo en el ámbito filosófico, sino también en distintas áreas de la vida y el pensamiento.

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