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sábado, 28 de mayo de 2022

Al-Kindi - La postración del cuerpo más lejano

 


¿Qué quiere decir nuestro filósofo cuando nos habla de la postración del cuerpo más lejano? ya sabemos que los cuerpos pueden ser también planetas en la cosmología medieval, pero ¿Cómo es que un cuerpo se puede postrar? verdaderamente, esta es una expresión utilizada en el Corán, específicamente en el Sura 55 que el mismo Al-Kindi tratará de explicarnos en esta breve obra sobre la postración de los cuerpos. 

Referencias:

(1) Seguramente se refiere al poeta Al Nabigha quien vivió entre los siglos VI y VII

(2) Ver Sobre la causa del agente próximo de generación y corrupción

(3) Podríamos pensar que este es el primer motor; es decir, mueve sin ser movido.

(4) Opinión de Aristóteles en Ética a Nicómaco


LA POSTRACIÓN DEL CUERPO MÁS LEJANO


¿Qué significa ''postración del cuerpo más lejano? esta frase se interpreta del Sura 55 del Corán que veremos a continuación. 

1. El Misericordioso.
2. Ha enseñado el Corán (a la humanidad y, a través de ellos, a los genios)
3. Ha creado al ser humano;
4. Le ha enseñado el habla
5. El Sol y la Luna se dan por un exacto cálculo (del Misericordioso)
6. Y las estrellas y los árboles ambos se postran (ante Dios con perfecta sumisión a Sus leyes).


Hay que entender las palabras en su contexto y Al-Kindi nos advierte sobre algunos ejemplos de palabras que tienen sentidos ambiguos; por ejemplo, la palabra ''adil'' (عادل) que significa ''justo'', pero que su opuesto es ''gair'' (غير)


En árabe, la palabra sagada es un verbo que significa ''postrarse'', que a su vez es aquella acción donde se pone la frente en la tierra para orar, y presionar tanto las palamas como las rodillas en la tierra. Pero esta palabra, ''sagada'' también se utiliza para designar al verbo ''obedecer'', que de acuerdo con Al-Kindi no tiene nada que ver con postrarse ni sus elementos en su forma gramatical, pero cuando se interpreta, entonces postración significa obedecer. 

Un ejemplo del uso de esta palabra proviene de An Nabiga ad-Dubyani(1) dijo: 

''Los Gassan, los turcos, la banda de los persas y los Khalil se postraron ellos mismos ante Él esperando beneficio de Él''

En esta oración se debe entender ''postraron'' como ''obedecieron''. ¿Por qué? porque no se puede postrarse y orar al mismo tiempo, y al decir ''se postraron ellos mismos'' quiere decir que la postración fue continua; y en consecuencia, cuando la postración es continua no se puede orar al mismo tiempo. Por lo tanto, como no es postración para orar, esto quiere decir obedecer. 

Obediencia quiere decir alteración de la deficiencia a la perfección. Por ejemplo, uno dice que la vegetación crece, que sería lo mismo que decir que la vegetación obedece, como dice el poeta ''La planta los obedece en el jardín'', es decir, salen sus frutos, crecen y se multiplican. Otro ejemplo es ''El conjunto de as-simak (una especie de estrella) obedecieron y el cielo se aclaró'' que quiere decir que cuando obedecieron pasaron de la potencia al acto. 

Otro sentido de obedecer

También, obedecer significa en árabe ''seguir las órdenes de alguien''. Esto no tiene nada que ver con la deficiencia o con la perfección. La obediencia en este sentido es llevada a cabo por la voluntad, no es forzada entre los hombres pues estos tienen alma; que es el componente que hace que el hombre pueda elegir. En consecuencia, los cuerpos celestes no se postran en el sentido de arrodillarse porque no tienen extremidades, sino que lo hacen en este último sentido. 

¿A quienes son obedientes los astros? a un ser superior que es Dios. Estos son obedientes a la voluntad de Dios y esto se puede ver a través de la manifestación del movimiento. A causa de este movimiento, en todos los cuerpos que se mueven se deja una cierta impresión. Dicha impresión puede ser de los siguientes tipos:

  1. Naturaleza: como el calor del fuego
  2. Deseo natural: pasar del acto a la potencia
  3. Impresión que no es del primer agente: el hombre que construye una muralla

Esta última impresión pertenece solo a los animales, pero es verdad que los cuerpos celestes también tienen dejan una impresión como dijimos en el texto anterior(2). Si bien este razonamiento puede llevarnos a concluir que los cuerpos celestes son animales, en realidad no son animales, pero sí son seres vivientes. 

Cada cosa que pasa desde la potencia al acto esta sujeta a generación. Aquello nunca está en potencia esencialmente no está sujeto a generación, y lo que no es causa de generación es causa de aquello que tiene generación. En consecuencia, el cuerpo más lejano que sería el último cuerpo celeste, mueve a los demás sin ser movido(3).

Si el cuerpo celeste tiene razón

Sabemos entonces que los cuerpos celestes son vivientes y si lo son tendrían que tener ciertos sentidos. De acuerdo con el filósofo, los planetas tendrían el sentido de la vista y de la audición porque los cuerpos celestes obedecen a un movimiento, a una orden. Esta orden no la podrían ejecutar si no tuviese en el sentido de la vista o del oído. Por lo tanto, los cuerpos celestes tienen estos dos sentidos. 

Con esto en mente, Al-Kindi nos dice que los cuerpos celestes tienen discernimiento porque tienen estos sentidos, son susceptibles de recibir ordenes y moverse. Por lo demás, también tienen virtud porque la vista es uno de los órganos más virtuosos del ser humano(4).
 

Conclusión

Como podemos ver, hay una conciliación que Al-Kindi pretende hacer con respecto a la filosofía aristotélica y la cultura islámica. Todo este plan del mundo, todo el orden del cosmos es creado por Dios, él es el único creador universal. Sin embargo, parece raro que el cuerpo más extremo tenga similitudes con el primer motor aristotélico, como este siempre fue equiparado con Dios. Con todo, la idea de Al-Kindi con respecto a que dicho cuerpo más lejano es además viviente, es sumamente interesante.

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