Páginas

sábado, 20 de julio de 2019

¿Qué es el decoro?

Se dice que España e Inglaterra son los países donde
el decoro es muy frecuente

Photo by Internet Archive Book Images on Foter.com / No known copyright restrictions

¿Qué es el decoro?

Mucha gente utiliza esta palabra con diferentes acepciones. Es verdad, el decoro tiene múltiples significados según el contexto y la jerga que se utilice. Se ha usado en la retórica, en el lenguaje, en el teatro, en la arquitectura y en otros contextos. 

Hoy trataremos de ver el concepto de decoro desde su esencia y dilucidar cómo éste se vincula a la filosofía. 

Antigua Grecia

Aristóteles

Las primeras menciones al decoro la vemos en la Antigua Grecia con Aristóteles. El estagirita decía que el estilo de los géneros literarios debía coincidir con los actos que se realizaban; por ejemplo, el reír es propio de la comedia, mientras que el llorar es propio de la tragedia. Por otro lado, era importante que cada personaje tuviera un uso correcto del lenguaje que estuviera vinculado al género literario. 

En base a esto, podemos ver que el filósofo nos entrega la sustancia del concepto de decoro: lo correcto, lo apropiado. 

República romana

Marco Tulio Cicerón

Hoy en día entendemos que la palabra decoro proviene del latín ''decorum'' que significa apropiado. El filósofo y orador Marco Tulio Cicerón empleará el mismo término pero aplicado a otro razonamiento.

Una de las obras más famosas de Cicerón fue ''Sobre los deberes'' (De Officiis) donde nos habla sobre lo importante de la moral para con los demás. Recordemos que Cicerón fue un importante político en la República romana, sobre todo en los tiempos de Julio César y Marco Antonio. 

En esta obra, Cicerón aborda el decoro como un concepto muy parecido a la honestidad. 

Esta claro que todos los seres vivos nos alejamos de lo que es perjudicial y abrazamos lo que es beneficioso. A diferencia de los animales que se mueven inmediatamente por instinto, el hombre se mueve por la razón que lo guía a evitar ciertos procesos que pueden afectarlo. 

Otra de las capacidad es que puede reunirse y formar un lenguaje común para convivir con más de su especie. Por otro lado, también es capaz de buscar la verdad y de apreciar el arte y las cosas bellas que se le presentan. Por último, el hombre tiene la gran capacidad de llegar a ser honesto, característica que debiera estar en todo hombre. 

Para llegar a ser honesto se debe tomar en cuenta las cuatro virtudes cardinales propuestas por Platón en el cuarto libro de La República.

  • Valor 
  • Moderación
  • Justicia(1)
  • Prudencia

De estas virtudes proviene lo que llamamos honestidad y a su vez estas virtudes nos ofrecen dos maneras de trabajar; la moderación y el valor, orden y equilibrio; la prudencia y la justicia, la búsqueda de la verdad. 



Deberes
Virtudes cardinales

Prudencia
Justicia
Valor
Moderación
Honestidad
Modo de trabajar
Orden y equilibrio
Búsqueda de la verdad




Este es un cuadro que se va entendiendo de izquierda a derecha; es decir, la honestidad es el resultado final. 

La honestidad también tiene que ver con el concepto de decencia y decoro. Todas las cosas que se hacen con justicia son decorosas mientras las que se hacen injustamente son indecorosas. 



Para el decoro hay dos especies: uno general que se encuentra en todas las virtudes y otro especial que es subordinado a todas las virtudes. 

  • General: todas las acciones que distinguen al hombre de los demás animales

  • Especial: cuando a todas esas virtudes aparece la moderación y la prudencia
En efecto, actuar como un ser humano y no como un animal no solo es parte de un decoro, sino que también de un orden y rectitud con la propia naturaleza. 


Existen dos modos de cometer injusticia: una es cuando se hace daño y otra es cuando pudiendo hacer algo no se hace. El primero lo mueve la avaricia, pues se intenta conseguir algo, y el segundo es movido por el miedo. Por supuesto, la injusticia será aún más grave cuando sea premeditada que involuntaria

En este punto Cicerón lanza una crítica a su gran inspirador Platón, pues este último decía que los filósofos tenía que alabárseles porque están dedicados al ejercicio de descubrir la verdad; sin embargo, ¿qué consecuencias tiene esto? que los filósofos se alejen de la sociedad y no atiendan las injusticias que hay en una ciudad. Esto, por supuesto, pertenece al segundo género de injusticia propuesto por Cicerón, ''quien sabe de una injusticia y no hace nada para detenerla''. 

Es también importante saber tratar las injusticias que proceden del otro, es decir, cuando es el otro quien agrede por medio de la venganza u otras razones. Lo que debe hacerse en esta situación es siempre negociar, porque el uso de la fuerza es propio de bestias.

Un escenario distinto sería el de una guerra, pues esta se hace para conseguir la paz. Aunque se gane la guerra no se debe matar a quienes no fueron salvajes con el bando contrario. Por lo demás, las guerras no son justas a menos que estas se hayan declarado de manera formal y correspondiente. 

Finalmente, Cicerón dice que de todos modos los hombres deben tener criterio al aplicar el derecho, pues como dice la frase en latín:

Summun ius, summus inuiria
(Sumo derecho, suma injuria)

Es decir, que cuando no se aplica el derecho con criterio y con mucha rigurosidad, entonces en vez de ser un acto justo se convierte en injusto. 

Consejos de Cicerón

Tipos de personas

Luego de vincular el decoro tanto con la honestidad como con la justicia, Cicerón da unos cuantos casos prácticos para entender el decoro. 


En algún sentido, todos tenemos por lo menos cuatro ''personas'' dentro de nosotros:

  1. Primera persona: la que pertenecemos en género (todos los hombres).
  2. Segunda persona: la que tiene sus propias características psicológicas.
  3. Tercera persona: cuando se nos impone alguna circunstancia y por lo tanto, cambia el comportamiento; por ejemplo, cuando se es profesor, militar, médico, etc.
  4. Cuarta persona: cuando tenemos la oportunidad de elegir qué queremos ser. 

En la cuarta persona debemos tener sumo cuidado, pues la elección, la mayoría de las veces se copia a un modelo de persona. Para evitar todo mal comportamiento, el modelo de los padres siempre será un referente, aunque los padres también suelen tener malos comportamientos por lo que se debe tener cuidado en ese aspecto también. 

La conversación

Los tipos de conversaciones familiares debe ser tranquila y no obstinada, donde todos deben ser tomados en cuenta, es decir, no hablar sobre un tema estrictamente personal, sino que común a todos. También hay que considerar cuando el tema en común deja de interesar; por lo tanto, así como empezó justamente, debe saber terminarse el tema oportunamente. 

La conversación debe ser pausada y nunca demostrando ira o ambición de algún tipo. Quizás, en algún momento se puede reprender una acción o un parecer, pero que este nunca parezca una ofensa, sino más bien que sea algo hecho por su propio bien.

Finalmente, Cicerón nos da su último aforismo romano con respecto al decoro y a lo social:

''Non nobis, sed omnibus''
(No solo para nosotros, sino que para todos)

Esto quiere decir que Cicerón ve el tema del decoro como algo social y no especialmente particular. Tenemos decoro para que los otros no se molesten. 

Cristiandad y Edad Media

De cierto modo, el decoro puede vincularse con la cristiandad y la Edad Media, ya que el reclamo de la iglesia por todo aquello que era profano y falso con respecto a la religión generaba molestia. Era así que todas los dramas y las comedias de la Edad Media que exageraban las cosas divinas o las trataban de un modo distinto eran censuradas. 

La iglesia hizo un llamado a las autoridades medievales para que el estilo de la literatura fuera más elevado si se hablaba de Dios. De hecho, tanto fue así que el Concilio de Trento prohibió y censuró todos aquellos libros que se considerara un sacrilegio a la religión cristiana. 

Los libros fueron los siguientes:

  • La Divina Comedia de Dante Alighieri
  • Los Miserables de Victor Hugo
  • Justine de El Marqués de Sade
  • De revolutionibus orbium coelestium de Nicolás Copérnico
  • Opera Omnia de Giordano Bruno
  • Tractatus Theologicus politicus de Baruch Spinoza

Entre muchos otros que sería muy largo de mencionar ahora. Sin embargo, no es difícil hacerse una idea (conociendo un poco de historia literaria desde el siglo XVI en adelante) de los libros que pudieron conformar esa gran lista. 


Conclusión

El concepto de decoro ha ido evolucionando desde la Antigua Grecia y es interesante ver que se refuerza con el concepto de prohibición, es decir, detener una determinada conducta. En un contexto cotidiano, el decoro está más vinculado con lo social, en el contacto con otra gente, por lo que todos estaríamos más familiarizados con el modo en que Cicerón ve el decoro. Sea como sea, es interesante ver que el decoro es un modo de acercarnos a otros, así como también de alejarse pues vemos que está sujeto plenamente a la subjetividad en la mayoría de los casos; esto es, en el caso de las distintas culturas que existen donde lo que para ti es decoro, para mi no. 

Photo by <a href="https://foter.co/a2/5ce125">Internet Archive Book Images</a> on <a href="https://foter.com/re3/16c244">Foter.com</a> / <a href="http://flickr.com/commons/usage/">No known copyright restrictions</a>

4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias, muchachos. Me gustaría que hiciéramos algo en conjunto como un trabajo filosófico o algo así. Estamos en contacto.

      Eliminar
  2. Interesante,cuando divide los valores en el teatro de risa y dolor.o cuando menciona los 4 tipos de personas. y de como el Concilio de Tentro,prohibió tales obras.Hoy en día el concepto,decoro solo es un matis. Ejemplo vemos noticias internacionales.De conducta contrarias como curas violadores,justicia a favor de invadir países protegido por la ONU...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso tambiën es muy cierto. La verdad es que el decoro, como dije en la conclusión puede ser muy subjetivo.

      Eliminar