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lunes, 4 de diciembre de 2017

Las 13 falacias aristotélicas

Las 13 falacias aristotélicas

Aristóteles no solo ahondó en materias de física, estado, ética, moral, poética, retórica, sino que además ahondó en la lógica. Estas son las 13 falacias que Aristóteles pudo descubrir. 

¿Qué son las falacias? argumentos que parecen válidos pero que no lo son. Unas dependen de la palabra y otras no. 

Falacias que dependen de las palabras

Las que dependen de la palabra son las siguientes:


  1. Homonimia 
  2. Anfibología
  3. Combinación
  4. División
  5. Prosodia 
  6. Forma de la palabra

Falacia por homonimia 

En cuanto a la homonimia, esta se entiende por las palabras que tiene muchos sentidos. Por ejemplo, aprender tiene otros significados como adquirir, conocer y comprender. 

¿Recuerdan el libro Eutidemo de Platón? Pues es aquí donde se presenta este tipo de falacia. Clinias, quien era atacado por las incesantes interrogantes de Eutidemo y su hermano Dionisodoro, contestaba mal una y otra vez a las preguntas de los hermanos. 

Si recuerdan bien, la discusión se había originado porque Clinias le decía a Eutidemo que las personas ignorantes no aprendían simplemente porque no sabían las cosas. De este modo, los hermanos provocaban a propósito una confusión a Clinias, usando los homónimos ''aprender'' y ''saber''.

Veamos un ejemplo silogístico:

Premisa 1: El ignorante no aprende
Premisa 2: El que no aprende no sabe
Conclusión: El ignorante no aprende

Por supuesto, la declaración es falsa siendo que todo ser humano puede aprender. Claro, el ignorante no sabe, pero puede aprender.  

Anfibología

Esta palabra viene del griego antiguo ''amfibolos'' que significa ambiguo. Como su misma etimología indica, cuando se produce ésta falacia, al mismo tiempo se genera ambigüedad con respecto a lo que se dice.  Por ejemplo, la siguiente frase ''el que conoce: ¿conoce esto?'' De aquí se entienden dos cosas: quien conoce o conoce en sí (es decir tiene conocimiento de cosas) o que conoce la cosa por la cual se pregunta

Volvamos a Eutidemo. Dionisodoro discute con Ctesipo sobre si se puede hablar callado. Ctesipo afirma que esto no sería posible, pero Dionisodoro le dice: ¿no sería posible hablar callado si se nombrasen cosas como piedra, madera o hierro? Lo que quiso decir aquí Dionisodoro es que ''hablar callando'' es lo mismo que ''se hable sobre cosas que callan''.

Un ejemplo más contemporáneo sería el siguiente:

''Carlos dijo adiós a Pedro, se iba para siempre''

La ambigüedad queda presente en lo siguiente ¿quién se va? ¿Pedro o Carlos?

Falacia de composición 

Esta falacia ocurre cuando se unen dos cosas que se pretenden que sean iguales. Por ejemplo, cuando se dice que un hombre sentado camina o que quien no escribe escriba. La idea de resolver esta falacia es que las ideas se tengan que unir y no separar. Por ejemplo, el hombre sentado puede llegar a caminar y el que no escribe puede llegar a escribir. En este caso, la expresión ''puede llegar'' une las dos ideas que estaban separadas.

Un ejemplo de esta falacia puede ser el siguiente:

Premisa 1: Los cuchillos son usados por asesinos.
Premisa 2: Los cocineros usan cuchillos.
Conclusión: Los cocineros son asesinos. 

Por supuesto, esto es un tipo de generalización que solamente se puede evitar diciendo ''puede'' o ''tal vez'' es decir, debemos agregar una palabra que signifique probabilidad y no certeza. 


División

La división es todo lo contrario de la combinación. Aquí las palabras son erróneas cuando están juntas, y la solución es separarlas. Por ejemplo, ''dos y tres son par e impar, ahora bien dos y tres son cinco, por lo tanto cinco es para e impar''. Como vemos en este evidente error, dos y tres no pueden ser par e impar, por lo tanto hay que separar el uno del otro y decir que dos es par y tres impar. 

Prosodia

La prosodia surge de la acentuación de una proposición, pero que luego se cambia por una cuestión de conveniencia. Por ejemplo, decir ''tomo cerveza'' por ''tomó cerveza''.

Forma de la palabra

Esta falacia ocurre cuando cierta palabra contraria a una cosa, se expresa igual que dicha cosa. Generalmente se usa para dar más énfasis a las palabras(4). Por ejemplo, decir que una ''amante'' es ''flamante'', o que la ''salud'' es ''grande''.


 Falacias que no dependen de las palabras

Las que no dependen de las palabras son las siguientes:


  1. Accidente
  2. Relativos con absolutos
  3. Ignorancia a la refutación
  4. Ignorancia a la consecuencia
  5. Petición de principio
  6. Causa falsa
  7. Preguntas múltiples


Accidente (dictus simpliciter)

Esta es una falacia muy común que hasta el día de hoy se utiliza. En realidad, esta falacia es un tipo de generalización donde no se considera ninguna excepción. Por ejemplo, si Corisco es otra cosa que hombre, entonces Corisco es otra cosa que él mismo porque es un hombre. Veamos otro ejemplo más contemporáneo

Premisa 1: Todas las aves tienen plumas
Premisa 2: Los pingüinos son aves
Conclusión: Los pingüinos tienen plumas

Esta falacia tiene una generalización errónea que radica en decir ''todas las aves tienen plumas''.

Relativos con absolutos


La falacia a explicar tiene como característica considerar lo absoluto como algo relativo. La forma en que se construye es a partir de lo particular a lo general; de este modo, se generaliza lo que se hizo particular. Por ejemplo, ''si el gato tiene dientes blancos; entonces el gato es blanco''. Aquí se confunde la parte con el todo. 

Ignorancia a la refutación (conclusión irrelevante)

Se produce cuando se hace una contradicción aparente ignorando la verdadera contradicción que debiera realizarse. Por ejemplo, ''el número dos es doble y no doble porque es el doble de uno y no es el doble de tres''. Otro ejemplo más simple sería decir:

Premisa 1: José es un buen deportista
Premisa 2: Los buenos deportistas son honestos
Conclusión: José es honesto.

Quien es deportista no necesariamente es honesto por lo que se produce la falacia.

Ignorancia a la consecuencia 

Esta se da a través de una consecuencia o conclusión recíproca. Por ejemplo, sacar como conclusión que ha llovido porque la tierra está mojada.  

Sin embargo, podemos decir que esta falacia no se da en ciertos casos; por ejemplo:

Premisa 1: Si la puerta está cerrada no está abierta.
Premisa 2: La puerta no está abierta.
Conclusión: Por lo tanto la puerta está cerrada.

Debemos fijarnos muy bien cuando se puede cometer una falacia con ignorancia a la consecuencia.  

Petición de principio

Es cuando una de las premisas queda implícita en el silogismo:

Premisa 1: Platón fue discípulo de Sócrates
Conclusión: Por lo tanto, Sócrates fue maestro de Platón.

Por supuesto, este silogismo se responde a sí mismo. Sin embargo, se necesita de otra premisa para saber cómo es que Platón fue discípulo de Sócrates. 

Bajo este sentido, la premisa se puede tomar como conclusión, pero si queremos demostrar algo, tendremos que pedir entonces la petición de principio que en este caso sería ¿por qué Platón es discípulo de Sócrates? si la conclusión nos parece demasiado obvia, entonces es una falacia de petición de principio.

Causa falsa 

Sucede cuando una causa que se toma por verdadera, en realidad es falsa. 

Tengamos un ejemplo lógico de esto:

Premisa 1: Tengo dolor de estómago
Premisa 2: La comida chatarra provoca dolor de estómago
Conclusión: El dolor de estómago es por la chatarra

Por supuesto, el dolor de estómago tiene miles de otras causas aparte de la ingesta de comida chatarra. 


Preguntas múltiples

Acontece cuando en una pregunta se ha formulado dos preguntas. Por ejemplo, ¿la tierra es mar o cielo? La respuesta que se de va a ser errónea. Aquí sucede que no se divide la definición con la proposición.

Otro ejemplo sería el siguiente ¿Aún le pegas a tu hijo? esto denota una respuesta que siendo afirmativa o negativa daría por supuesto un hecho que no es necesariamente cierto: el maltrato. 

Conclusión

Bastará sintonizar algún canal en un debate político para encontrar miles de falacias aparte de las que Aristóteles descubrió. En efecto, de las falacias existen muchas más y bien podríamos preguntarnos ¿cómo podemos hablar sin cometer una falacia? parece imposible a tiempos. Sin embargo, como siempre digo a todos, debemos cuidarnos por lo menos de las falacias más simples del razonamiento. 

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