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viernes, 2 de junio de 2017

San Agustín de Hipona - La ciudad de Dios (Libro II: Dios cristiano y dioses pagano) (413).

Cientos de libros de San Agustín de Hipona hemos visto en este blog (que exagerado) y aún cuando los paganos parecen totalmente refutados, el obispo de la Iglesia Católica no cesa en publicar sus escritos en contra de ellos. De hecho, veremos en el libro presente que hasta la cuarta parte se tratará sobre el sacrilegio de los paganos y su relación con la devastación de Roma. Por ahora, en el presente libro de La ciudad de Dios, veremos el enfrentamiento argumental del Dios cristiano contra los dioses paganos. 

Referencias:

(1) De acuerdo al pensamiento de San Agustín.
(2) Bien podría preguntarse porqué San Agustín dice que los demonios pueden vaticinar los acontecimientos futuros. Para esta interrogante, será necesario analizar su libro ''Sobre la adivinación diabólica'' que está en este blog. 


LA CIUDAD DE DIOS

LIBRO II: DIOS CRISTIANO Y DIOSES PAGANOS

Leyes o conductas paganas


Ningún precepto y ninguna ley se han hechos los paganos para señalar las buenas o malas conductas. Según San Agustín, el pagano sólo tiene historias de sus dioses, pero nada concreto en cuanto a leyes u otras cosas. 

Los paganos no tienen ninguna institución, ningún rito como sí lo tiene la Iglesia(1). Como no tienen ningún respaldo en ninguna parte, el pagano no se puede comparar con el cristiano que si tiene un respaldo racional y religioso en materia espiritual. 

Además, no debemos olvidar las conductas de los mismos dioses romanos las cuales eran adulteras y prohibidas. ¿Cómo podríamos creer en ese tipo de Dioses que no son perfectos y que encima se someten a las conductas reprochables? Esto pasa porque los dioses romanos, como todo ciudadano romano sabe, están basados en los dioses griegos. 

La poesía entre los paganos

Sabemos de los dioses paganos por las poesías épicas que se presentan en la poca literatura pagana (que encima es basada en otra cultura). 

Por otro lado, ¿cómo se pueden respetar a Dioses en las poesías? si ni siquiera bien se hablaba de los dioses paganos, mucho menos se hablará bien de los hombres, además de exigirles conductas irreprochables. 

Todo esto justificaba que los hombres más viles se creyeran dioses, pues nada había que reprocharles si hasta los mismos dioses se comportaban mal. 

Filósofos y paganos

Para San Agustín, los filósofos sí han creado cosas dignas de elogio como por ejemplo, las obras de Platón, de Aristóteles, de Zenón, de Cicerón, etc. Si bien no son ideas propiamente cristianas (pues el cristianismo aún no existía en ese tiempo), estos filósofos fueron ayudados por Dios y por eso deben ser alabados. 

Poesía y teatro: opinión de los filósofos

Otra relación importante a considerar entre los dioses y los filósofos es la poesía. Obviamente, entre los griegos, los dioses siempre eran expuestos a conductas sacrílegas y adúlteras, pero el mismo Platón criticaba a los poetas, no sólo por representar a los dioses de tal manera sino que también porque la poesía no representa la verdad.

Ya en los mismos libros de La República, Sócrates expresa un disgusto con el arte que es la imitación de la realidad. Al ser el arte la imitación de la realidad, entonces es algo falso, aparente; por lo tanto, la poesía también lo sería al solamente relatar hechos subjetivos. San Agustín dice que Platón deja fuera de su República a los poetas. 

Otro filósofo era Escipión quien, a diferencia de Platón, condenaba que lso actores imitaran a los dioses en tragedias o comedias. Por supuesto, las razones que tenía Escipión para hacer esto era por la poca transparencia de la realidad, Una obra de poesía, así como una obra artística, jamás llegará a representar la realidad. 


Corrupción en Roma

Salustio, el historiador de Roma

Salustio fue un destacado historiador de Roma con el cual San Agustín describe los acontecimientos del Imperio. La ambición que tenía el pueblo de Roma la llevó a tener diversos enfrentamientos con los cuales podemos contar con las guerras púnicas y las constantes guerras contra Cartago. 

Todo lo anterior ocurrió en la época monárquica donde los reyes se tomaban todo tipo de licencias (recuérdese la violación de Lucrecia). Ahora, si bien se pudo derrocar la monarquía y los ciudadanos adquirieron más derechos y tribunas, la época de la República no significó menos corrupción. 

La corrupción y las situaciones vergonzosas de Roma fueron producto de los paganos y la falta de decencia en sus cultos. No fue hasta que llegó Jesús que las cosas en el imperio comenzaron a ''civilizarse'' o calmarse. Todo el período anterior fue una masa de guerras y rebeliones que no pudieron superar nunca. 

Cicerón y su visión de la historia de Roma

Lo único que pudo sustentar a Roma a través del tiempo son su apego a las antiguas tradiciones, pero no la referida a los dioses, sino que la referida a los sabios y filósofos del Imperio. 

San Agustín objeta en acuerdo con la sentencia de Cicerón, pues los dioses paganos nunca salvaron a la República de nada. Ya el mismo Cicerón decía que el período de la república de Roma estaba en decadencia por la alta corrupción; de ahí que nos queden muchos libros de Cicerón con referencia a esto; por ejemplo, las Catilinarias, las filípicas, etc. 

¿Dónde estaban los dioses paganos cuando ocurrieron todas estas conspiraciones y corrupciones? En ninguna parte, pues eran los mismos dioses los que inspiraban la depravación entre los ciudadanos romanos. 

Sila y los demonios

Recordemos que Sila fue un dictador romano que fue militar que participó en muchas guerras destacándose en cada una de ellas (guerra jugurta, guerra cimbria y guerra social). Sus victorias le legaron una dictadura brutal y prolongada. 

San Agustín asegura que Sila fue llevado a luchar contra Mitrídates IV a través de los demonios. Los demonios le vaticinaron la victoria sobre él y sobre muchas otras posteriores (y anteriores). Ahora, San Agustín se pregunta ¿por qué los dioses paganos no corrigieron las actitudes de Sila? los dioses paganos no pudieron hacer nada frente a la ambición de poder de Sila, entre otras cosas porque los dioses paganos son los mismísimos demonios(2)

En general, los demonios hacen que el hombre pueda ser capaz de cometer las más atroces barbaridades por el consejo de estos. 

Conclusión

Esta puede ser la exhortación más enfática que añade San Agustín a dejar a los dioses paganos y aceptar el cristiano. Muchos se ha debatido sobre esto entre los círculos de historiadores que afirman por un lado que el declive del imperio se debió al cristianismo, y otros que afirman que sólo se debió a cosas políticas. Hubieron al menos tres emperadores antes de Constantino que nunca quisieron convertirse al cristianismo por una cuestión de intuición: pensaron que llevaría a la quiebra el imperio al no tener ninguna relación con los dioses de las otras tribus. Porque, por último, al ser el imperio pagano podrían entenderse con lso paganos de oriente y más allá. 

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