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jueves, 20 de abril de 2017

San Agustín de Hipona - Las confesiones (Libro XII: Análisis del Génesis) (397).

San Agustín de Hipona ya nos tiene acostumbrados a las grandes exégesis que hace sobre los textos bíblicos, sobre todo del Génesis con el cual se sirvió para contradecir a los maniqueos. El Génesis tiene una importancia tremenda en la biblia, pues es el principal libro de todos y el que introduce el concepto de creación en el hombre, un fenómeno que por cierto, ha dado mucho que hablar últimamente. Este episodio nos lleva a una de las discusiones más antiguas, pues es aquí donde veremos que está primero en la constitución del ser humano: la materia o el alma. 

Referencias:

(1) Las tinieblas son la misma nada para San Agustín.

Las Confesiones

LIBRO XII: ANÁLISIS DEL GÉNESIS

La tierra y sus elementos

Hemos visto evidentemente en muchos libros de San Agustín donde el cielo y la tierra tienen dos divisiones: una divina y otra terrenal; la primera no la conocemos mientras que la segunda es justamente donde vivimos. Pero antes de la creación de este mundo, todo era vacío y tinieblas porque nada existía(1)

Este razonamiento en que la nada sea una especie de ausencia total abrumó mucho a San Agustín. En efecto, el mismo nos dice que ninguna materia puede imaginarse sin forma y por supuesto esto es imposible; sin embargo, la nada sí se puede intuir y razonar como diciendo: la total ausencia de todo. 

Como en el universo no había nada antes de la creación, San Agustín nos dice que Dios creó todo a partir de la nada, es decir, antes de la creación existía Dios y la nada. 

La creación del mundo

Las cosas que perecen

Habiendo dejado claro lo anterior ¿de qué materia se sirvió Dios para hacer todo lo que hizo? simplemente de materia informe. Es decir, una cosa fuera de cualidad y magnitud. 

El cielo y la tierra y todas las cosas que habitan ahí fueron hechas de esta materia informe. Sin embargo, podríamos preguntarnos ¿hay cosas que fueron hechas eternas e inmutables? porque muchas de las cosas que están en la tierra son perecederas e inmutables. 

Las cosas que no perecen

Existen cosas que si bien sufre modificación no es perturbable en cuanto a contemplación, pero tampoco pertenece a Dios. Estas cosas son las que preceden a las cosas materiales, por ejemplo, el alma precede al cuerpo y esta no perece. Así, todas las cosas de este mundo fueron creadas a una ''imagen y semejanza''. 

Las palabras del Génesis decían así:

''En el principio, Dios creó el cielo y la tierra''
(Génesis 1:1)

¿Es acaso este cielo el que conocemos? No. La verdad es que éste versículo puede entenderse como una metáfora, es decir,  el cielo es ese lugar donde están todas las cosas (la luz), mientras que la materia es el caos (las tinieblas). 

¿Qué es Dios para que haya creado todo lo que existe desde la nada? por supuesto que es el supremo bien y el bien absoluto pues desde el mal, que es la nada, nada puede existir. Dios es la infinita sabiduría, como lo dice la misma biblia porque, en efecto, el supremo bien es así. 

Distintas maneras de entender ''cielo y tierra''

Agustín nos habla sobre unos hombres que no acuerdan con su interpretación en cuanto al Génesis 1:1. Obviamente, estos hombres son los mismos maniqueos quienes no reconocen las palabras divinas. Estos dicen que cuando Dios creó el cielo y la tierra, creó justamente eso: el cielo y la tierra ''sensibles'', o, en otras palabras, todo lo que puede verse y tocarse. 

Otra interpretación del Génesis 1:1 puede ser que la creación del cielo y la tierra represente todas las cosas visibles, pero también las invisibles. 

Luego hay una tercera interpretación del mismo versículo que el cielo es la creación de todo lo espiritual y la tierra la creación de todo lo material. 

Por otro lado, también se puede interpretar como si el cielo fuera el Verbo y la tierra fuera la carne donde se sitúa el Verbo mismo. 

Lo que quiere decir estas diversas interpretaciones, es que en la existencia siempre hay algo que precede a la materia que sería justamente esta materia informe de la que habla San Agustín.

Distintas maneras de entender ''la tierra caótica''

El siguiente versículo del Génesis sigue así:

''La tierra era algo caótico y vacío y las tinieblas estaban sobre el abismo''
(Génesis 1:2)

También este versículo tiene diversas interpretaciones que San Agustín nombra a continuación. 

Una de ellas es que justo en ese momento se estaba creando la materia informa de las cosas corporales. Otra podría ser que se comenzaba a formar la materia visible e invisible de las cosas y finalmente otros dicen que es tanto la formación material como espiritual. 

¿Cómo saber lo subyacente del testimonio?

Sin embargo, hay una objeción. ¿En qué parte de la biblia Dios designó esta materia informe? a menos que por ''tierra'' se haya referido justamente a esta materia informe. Tampoco se nombra que Dios haya creados los ángeles y los querubines, lo cual hace la discusión aún más misteriosa. 

¿Cómo resolver esto? es decir, ¿cómo saber lo que quería decir el autor? con Dios no se puede dudar por lo que nada debemos cuestionar en cuanto a su palabra, pero ¿qué pasa con estas palabras dicha en la biblia las cuales fueron pronunciadas por Moisés? En efecto, Moisés dijo ''En el principio Dios hizo el cielo y la tierra'', pero ¿cómo podemos saber lo que pensaba Moisés en ese momento al pronunciar dichas palabras? San Agustín dice que por tierra y cielo, Moisés quiso decir la creación de absolutamente todas las cosas. En todo caso, por todas estas cosas, Agustín acepta la palabra de Moisés sin duda alguna, ya que a este le habló nada más ni nada menos que Dios; entonces, no habría porqué dudar. Así lo dice la misma biblia:

''No hay, pues, que propasarse de lo que está escrito y que nadie se apasione por uno contra otro''
(1 Colosenses 4:6)

Además, ¿quién podría decir verdaderamente lo que pensaba Moisés? asegurarlo sería una temeridad y se caería en una mentira. Lo único que se tiene es el testimonio bíblico y si no se cree este, entonces la discusión no tendría sentido. 

Aseverar un razonamiento con base a algo difícil de averiguar (como es el pensamiento de una persona) es una cuestión muy arriesgada lo cual podría conducir a equívoco. Nada más quedaría en este caso que guiarse por la autoridad de los escritos porque es imposible saber qué pensaba el autor. 

Distintas maneras de entender ''En el principio''

Unos se refieren al principio como la Sabiduría, pues la creación debió tener una esencia buena y no existe nada más bueno que la Sabiduría. Otros también lo entienden inmediatamente como el principio de las cosas tanto visibles como invisibles. 

Sin embargo, para San Agustín el hecho de decir que el principio es la creación instantánea de las cosas visibles e invisibles ¿qué fue lo que creó después? recordemos que después de decir ''En el principio Dios creó el cielo y la tierra'', lo cual habría una paradoja al afirmar que el principio fuera la creación de todas las cosas. 

Otra de las cosas discutidas es que si luego del principio, estas cosas como el cielo y la tierra fueron creadas con tiempo, lo que tiene una respuesta negativa porque el tiempo nació justamente con el comienzo del cielo y la tierra. 

Conclusión

Fuera de la interpretación del Génesis que San Agustín hace en este libro (y que ha hecho en otros también), me parece mucho más importante la lección que nos deja en cuanto a la interpretación de un escrito. En efecto, nada más nos queda que acatar la autoridad, así como el mismo Agustín lo ha explicado en su máxima ''Nisi credideritis non intelligetis'' (Sin creencia no se comprende). Toda nuestra mente está llena de prejuicios y lo único que queda (muchas veces) es basarse en lo que tiene un hecho; de lo contrario, sólo podremos especular. 

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