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sábado, 4 de marzo de 2017

San Agustín de Hipona - El combate cristiano (395).

¿Puede la gracia de Dios derrotar al mal en general? ¿o el cristianismo es sólo una lucha donde nadie puede ganar? Por supuesto que el doctor de la gracia San Agustín de Hipona nos responderá afirmativamente, pues de hecho esta respuesta nos viene de mucho antes en la época de Platón. En este libro, San Agustín nos probará la veracidad de todas las profecías hechas en las Sagradas Escrituras, así como los hechos que la sustentan. También podríamos decir que es un libro de consejos de cómo podemos evitar la tentación del diablo en cada momento de nuestras vidas. 

EL COMBATE CRISTIANO


La Gracia de Cristo vence al diablo

La primera cuestión de este libro es determinar el enemigo de Cristo. Por supuesto que este enemigo es el diablo quien decidió irse con todos sus ángeles para ser ''el enemigo''. El diablo tiene una naturaleza humana que adopta en la tierra y así tuvo que hacerlo también Jesús para enfrentarlo. 

Modo de vencer al diablo

El pecador es el alimento del diablo, pues al diablo se le dijo ''comerás tierra'' y al pecador se le dijo ''eres tierra y tierra serás''; por lo tanto, los pecadores serán justamente aquellos que serán devorados por el diablo. 

El modo de vencer al diablo será dejando de ser pecadores, y para hacerlo debemos alejarnos de las concupiscencias y cosas carnales de las que nos hablan las Sagradas Escrituras. Si no somos tentados no seremos pecadores. 

¿De dónde vienen los demonios?

Hay un pasaje de la biblia donde aparece que los demonios estaban en el cielo, pero este cielo no es el mismo donde habitaban los ángeles con Dios. Es sólo el cielo que conocemos de este mundo mortal, pero ¿cómo sabemos realmente que a ése cielo se refiere? lo sabemos porque ya lo dijo San Pablo:

''El príncipe de la potestad del aire, aquel que opera en los hijos de la desobediencia''
(Efesios 2:2)

De ahí que los maniqueos confunden erróneamente ese cielo con el de Dios. Es más, los maniqueos afirmaban que Dios sufrió duros tormentos al poder sacar a los demonios del cielo y que al final, lo único que Dios pudo hacer con ellos fue desterrarlos (no eliminarlos). 

No obstante lo anterior, todos estamos en combate contra los demonios, y debemos encontrar la forma de vencerlos. 

Forma de vencer al demonio

La principal forma de vencer al demonio es rechazar todas las cosas materiales y superfluas que existen en el mundo, y entregar nuestra vida a las cosas espirituales. ¿Cómo hacer esto? sometiendo nuestra voluntad a Dios; en efecto, quien actúa libremente hace el bien, pero no quien actúa forzosamente: es por eso que se tiene que hacer voluntariamente. 

La obediencia es parte fundamental de la doctrina agustiniana, pues justamente con ella somos libres. Quienes no siguen la obediencia son esclavos de la forzosidad pues tarde o temprano se tendrán que ver sometidos. 

Libertad y fe en el hombre

Muchos preguntan por qué la llegada de Cristo es la llegada de la sabiduría y porqué no llegó ésta antes. La respuesta es bastante simple, ya que la sabiduría obviamente podía llegar antes pero la necedad del hombre podría haber insistido en lo malo de que la sabiduría llegara de otra forma.  

El primer paso para estar libres y abrazar la voluntad de Dios será tener fe. Nada podemos conocer si no afirmamos una existencia primero, y de la única forma que se puede hacer es teniendo fe. De ahí que Isaías el profeta haya dicho:

Si no creéis no entenderéis
(Isaías 7:9)

De hecho, podríamos decir que esa frase representa la vía epistemológica por excelencia de San Agustín

Cristo, la fe y los hombres

El cuerpo de Cristo no era un cuerpo falso o divino, sino que más bien era de carne y hueso como el de todos los hombres, y así como tuvo un cuerpo también tuvo mente humana. Cristo en realidad era, además de tener alma y cuerpo de hombre, un mediador entre Dios y los hombres. 

Nacimiento de Cristo

Muchos se preguntan cómo es posible que el mediador de Dios haya salido de mujer, si por otro lado si dice que del Espíritu Santo. En efecto, la semilla dadora de espíritu fue el Espíritu Santo, mientras que la madre, María, fue el medio para concebir a Jesús. 

Padecimiento de Cristo

Muchos otros dicen que si Cristo vino del Espíritu Santo, entonces ¿por qué pasó dolores y otras cosas? como anteriormente dijimos, Cristo es cuerpo y mente de hombre, no vino a este mundo como alguien invencible, sino como hombre para enseñar a los demás sobre Dios. No obstante, el asumir la forma de hombre no le hace perder su cualidad divina que fue hecha por Dios. 

Además, más que padecimientos, ¿cómo podríamos explicar su resurrección? si volvió de la muerte es divino, si no volvió es mortal. Jesús fue divino, pero asumió una forma de hombre, y esto lo prueban todos los milagros realizados a lo largo de las Sagradas Escrituras. 

A la derecha del padre

Otros no comprenden el que Jesús se haya posicionado a la derecha del Padre. ¿Qué significa esto? ¿que Dios tiene costado o lados? No, Dios no tiene dimensiones. El lado derecho significa bienaventuranza, mientras que el lado izquierdo representa a todos los hombres mortales. 

Conclusión

El cristianismo ha dado una dura batalla para refutar y derrotar a todos sus contrincantes paganos, y hasta colegas desertores del verdadero cristianismo. Este es un llamado de San Agustín a todos aquellos que tienen su fe débil y que han caído en el pecado de la carne. La única forma de escapar de toda la concupiscencia de los demonios, es acercarse a Dios y hacer caso a las Sagradas Escrituras que son verdaderas guías espirituales para los creyentes en Dios.

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