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sábado, 9 de julio de 2016

Marco Tulio Cicerón - De Res Publica (Sobre la República) (Libro III: La justicia) (51 a. C.).

Nada más distudio en la historia de la humanidad que el concepto de justicia. Ya habíamos visto en Platón las discusiones de La República mantenidas por Sócrates y Trasímaco; por lo tanto, ahora veremos algo ligeramente parecido pues los diálogos de Cicerón no son los mismos que los de Platón. En realidad, este libro de De Res Publica es bastante corto porque sólo consta de veinte y tantas páginas por lo que no nos extenderemos mucho. 

De Res Publica
Sobre la república

LIBRO III: La Justicia

La conversación tiene como interlocutores a Filo y a Lelio. Los dos están de acuerdo con que el derecho natural no serviría para investigar lo que es la justicia, porque para este tipo de derecho todo sería justo e injusto al mismo tiempo. 

Derecho natural

El derecho natural postula que existe una naturaleza humana que debe respetarse por sobre todas las cosas. Este tipo de derecho no nos serviría para analizar la justicia, pues la justicia es algo construído por consenso y no por la naturaleza

Cumplir las leyes

Las leyes han cambiado a través de la historia y la inconstancia no es propia de la virtud. El hombre es un animal cambiante y por eso no podemos fiarnos del derecho natural, pues este derecho le daría la razón para hacer lo que quiera; por ejemplo, si es natural que el hombre sea injusto, entonces se le dejará ser injusto. El hombre no es naturalmente justo, pues siempre va a buscar la manera de perjudicar. 

La sanción hace que el hombre sea justo y la indigencia hace que el hombre se reúna en sociedad. 

¿Acciones virtuosas?

Manteniendo lo anterior (el hombre es naturalmente injusto) observemos el ejemplo de ciudadanos aventajados por su suerte. Una vez, Alejandro Magno recibió en su casa a un conocido y malvado pirata que fue acusado de robar y desolar muchas islas. Alejandro le preguntó ''¿con qué espada hiciste todo esto?'' a lo que el pirata responde ''con la misma que tú conquistas los territorios''. 

Así vemos que una vez que el hombre puede pasar por las leyes impunemente, no hace nada más que injusticia porque el derecho se lo permite. 

Conclusión

Como dijimos, este fue un pequeño paréntesis en cuanto a la república, pues el tema central fue la justicia. Esto trae a colación muchas de las posturas posteriores que plantearon Thomas Hobbes y Jean Jacques Rosseau sobre si el hombre nacía bueno o nacía malo. En realidad, la postura de Cicerón aquí es evidente: El hombre es necesariamente injusto. 

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