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sábado, 23 de julio de 2016

Marco Tulio Cicerón - De Finibus Bonorum et Malorum (Del supremo bien y del supremo mal) (Libro III: Filosofía estoica) (45 a.C.).

Hemos enfrentado la filosofía epicúrea con la filosofía estoica; no obstante valdría preguntarse ¿y qué propone el estoicismo? Algunas pistas hemos recibidos de los dos primeros libros que significaron la defensa y la crítica de la filosofía epicúrea. Claro, el epicureísmo quedó resuelto como una filosofía de poco valor moral y profundamente utilitarista. Vimos que lo contrario del epicureísmo sería considerar la moral por sí misma y no por las recompensas y beneficios que traiga. Algo por cierto difícil incluso en nuestros tiempos donde todo se hace por algo. Veamos qué nos depara Marco Tulio Cicerón en este escrito.

Referencias:

(1) Zenón de Citio fue un filósofo griego fundador de la filosofía estoica. 
(2) En efecto, el dolor y las perturbaciones no pertenecen a la naturaleza porque ésta es racional. 
(3) En este sentido, no sea un término medio comprende lo contrario a la filosofía aristotélica, la cual pone a la virtud como un término medio. 
De Finibus Bonorum et Malorum

LIBRO III: FILOSOFÍA ESTOICA


Buscando el supremo bien

Queda totalmente refutada la teoría de que el supremo bien se encuentra en el placer. Ciertamente no fue difícil rebatir la teoría epicúrea del placer, pues ni esta misma acepta la dialéctica. ¿Cómo se puede defender una teoría o un argumento si no se apoya en la dialéctica? Imposible. 

Ahora toca hablar del estoicismo y para ello, Cicerón nos cuenta un diálogo que tuvo con Marco Catón, más conocido como Catón el viejo. Éste estaba en una biblioteca rodeado de libros sobre el estoicismo, cuando Cicerón lo sorprende y se ponen a conversar. 

La filosofía de Zenón de Citio(1)

Catón el viejo le dice a Cicerón que la moral es la única virtud y por lo tanto el único bien. 

Los animales, por una inclinación natural aborrecen todo lo que pueda destruirlos. Más allá del placer y el dolor, los animales y los seres humanos elegimos lo que nos da el bien estar para seguir viviendo. La salud es primero ante todo, pues eso sería una muestra de amor a sí mismo. 

Las inclinaciones del hombre

Puesto que el hombre en sus primeros años está inclinado por los principios de la naturaleza, una vez que adquiere entendimiento y razón comienza a elegir lo que es ordenado y armonioso. Este es el bien que debe ser alabado en el hombre. 

Básicamente, el supremo bien de los estoicos puede resumirse en un silogismo aristotélico:

Todo lo que es bueno es laudable
Todo lo que es laudable es moral
Lo bueno es moral 

La moral representa una vida de alabanza por las cosas buenas y justas. Este tipo de vida desprecia totalmente el mal como también su defecto; por lo tanto, la vida estoica rechaza todo tipo de dolencias, pues estas no dependen de nosotros. En efecto, la muerte y los accidentes no depende de nosotros, sino del azar. 

La naturaleza y el dolor

Un hombre fuerte no deja que los males lo afecten. El hombre estoico no deja que el dolor lo detenga, al contrario, el estoico no considera el dolor como un mal. El enojo, la angustia, la ira son pasiones que el estoico debe evitar, pues estas no están acorde a la razón.  

De acuerdo con la filosofía estoica, los dolores y perturbaciones del alma; enojos, tristezas, deseos, antojos o placeres no pertenecen en absoluto a la naturaleza(2). Estos solo serían errores de opinión y ligerezas de juicio; por eso, el sabio estaría libre de ellas. 

La virtud de los estoicos

Se puede llegara pensar que unos son mejores que otros, más buenos que otros y más malos que otros. Tal parece que hay personas que pueden ser comparadas; es decir, ''este sabio es más sabio que este otro''. Sin embargo, las acciones no tiene gradación, de hecho, la virtud no la tiene. Para los estoicos las acciones son malas o buenas, no hay término medio(3). 

Las virtudes y vicios se encasillan en los siguientes términos griegos:

Proegménon (preferidas): referidas a virtudes que son las más elevadas o las principales. Puede ser preferidas por las siguientes razones:


  • Por sí mismas
  • Por el efecto que producen
  • Por sí mismas y por su efecto

Buena fama: muchos quisieran tener buena fama, aunque muchos estoicos dicen que no vale la pena tenerla. Por otro lado, si es preferida por sí misma cuando se quiere quedar bien con los padres y con personas decentes. 

Conveniencia: en realidad esta preferencia es intermedia, pues se quiere por su efecto y también por sí misma. El justo hará lo que conviene a él y a los demás para que exista justicia. 

Amor por la familia: no queda indiferente pues siempre hay que tener amor a la familia, independiente del efecto que produzca. Es una reacción natural, tan natural como la constitución del cuerpo. 

Amor a los dioses: este tipo de preferencia se hace por sí misma porque incluso por los que vengan después hay que desearles el bien, y que los dioses los ayuden.

Amistad: la explicación es muy parecida al libro precedente. La amistad se debe querer por sí misma y no por el beneficio que esta tenga. 



Apopróegmenon (rechazadas): referidas a los vicios más ignominiosos. 



Conclusión

Con esta extensa explicación de lo que trata el estoicismo, debemos prepararnos para la refutación inminente de Cicerón en el próximo libro. Por cierto que este modo de filosofía parece ser más prudente que el de la filosofía epicúrea, aparte de también querer ser más noble. No ve el interés a través de las cosas, sino que las ve en sí mismas. En mi opinión, es lo más acertado que podemos hacer. La vida es dura, pero somos nosotros finalmente quienes decidimos si nos afectará o no. Por otro lado, la dificultad que esto requiere es inmensa. ¿Sería usted estoico?

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