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sábado, 25 de junio de 2016

Marco Tulio Cicerón - Pro Plancio (En defensa de Cneo Plancio) (54 a.C.).

Acusado de soborno en una elección de ediles, Marco Tulio Cicerón nos deleite con otro loable discurso en defensa de Cneo Plancio. Marco Juvencio Laterense, un político que pretendía ser edil se postuló al cargo al mismo tiempo que Plancio. Al perder, Laterense no aguantó que Plancio estuviera de edil y lo acusó de soborno. A esta acusación se uniría L. Casio, quien fuera amigo de Cicerón quien a su vez decidió defender a Plancio. Teniendo esto en cuenta, el caso puede volverse muy difícil para el orador puesto que tiene a dos amigos poderosos y resentidos con su defensa, que en cierto modo lo tomarán como una traición. 

Pro Plancio
(En defensa de Cneo Plancio)


Problemas al empezar

Es un caso difícil, pues los acusadores de Plancio y Plancio mismo son amigos de Cicerón. Sea como termine el juicio Cicerón se verá en problemas en los dos bandos. 

Defensa

Cicerón nos dice que en las elecciones el pueblo no elige siempre llevado por la razón. ¿Qué quiere decir esto? quiere decir que el verdadero culpable de que Laterense no salga como edil es el pueblo, y no Plancio. 

Pareciera ser que a vista de Laterense, el pueblo romano se equivocó; sin embargo, la labor del pueblo sólo es juzgar quien sale ganador por medio del sufragio. Que esté mal o esté bien, es una cuestión individual.

Por otro lado, Plancio se ha ganado los votos de las personas, pues siempre estuvo con la gente incluso en los momentos más difíciles de la República. Lo que quiere decir el orador, es que Laterense fue vencido, más que por sobornos, fue vencido por el cariño y afecto de la gente. 

Familia de Plancio

Si bien Laterense fue superior que Plancio en cuanto a su estirpe y familia, Plancio lo superó en cuanto al afecto. Plancio siempre fue muy querido por su padre, su madre y sus tíos, y ,seguramente, ese afecto de sus padres lo transmite a los ciudadanos que votaron por él. 

Por qué de la elección

Se dice que Plancio no era un ciudadano muy instruido en las artes o ciencias; no obstante, el pueblo no elige a sus representantes por lo que saben, sino por la virtud que tienen y demuestran. 


Conclusión

Esta es otra de las exitosas defensas de Cicerón, pues plancio fue absuelto y Laterense tuvo que admitir la superioridad de su contrincante. Es tajante y muy apresurada, creo yo, la aseveración de Cicerón al decir que los ciudadanos eligen a sus candidatos por su virtud que por sus conocimientos. Yo creo que más apropiado sería decir que el pueblo ''debiera'' elegir a sus candidatos por esas condiciones. Además, creo que ambas son igual de importantes, sin la virtud el magistrado será un déspota o un mentiroso; y sin conocimientos no podrá ejecutar eficazmente sus acciones.

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