domingo, 14 de agosto de 2016

Marco Tulio Cicerón - De Natura Deorum (Sobre la naturaleza de los dioses) (Introducción) (45 a.C.).

Un tratado que nuevamente está dedicado a su amigo Bruto, pero esta vez con un nuevo enfoque más interesante: la naturaleza de la divinidad. Discutiremos nuevamente en un diálogo al más puro estilo platónico, desafiando a las escuelas que Marco Tulio Cicerón criticaba ya en libros anteriores (aunque siempre defendiendo un poco más a la filosofía estoica que a las otras). Este Libro tampoco trata de dar una opinión propia de Cicerón, o un nuevo sistema de conocer a los dioses, más bien es una crítica a las escuelas filosóficas sobre su planteamiento de los dioses. 

Referencias:

(1) Es decir, desordenado, informal o sin forma. 
(2) Los dioses no están provistos de sentidos que más bien son características humanas. 
(3) En el sentido de que son los humanos los que cambian (característica humana), no los dioses. 
(4) Pregunta que va en contra del Génesis 1:26 ''Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza''. Obviamente, los personajes de este diálogo no conocían la biblia, pero era factible hacerse la pregunta en esos tiempos. 
De Natura Deorum


Filósofos y dioses

En la antigüedad hubo filósofos que aseguraban la existencia de los dioses y otros que no. 

Protágoras: dudaba que los dioses existieran.
Diágoras de Melos: no existen los dioses en absoluto.

La mayoría de los otros filósofos aseguran que sí existían los dioses, sin embargo, el planteamiento inicial, o el origen de ellos es totalmente diferente cuando se examinan sus teorías uno por uno. 

Unos hombres plantean que los dioses no tienen inferencia en los asuntos humanos, pero si es así ¿por qué se les rinde tributo? Se les rinde tributo porque así los dioses protegen a los humanos; por lo tanto, si tienen relación con nosotros. Por otro lado, si no lo tuvieran sería peor, pues no habría sentido de justicia ni de moral: nada que pueda unir a los hombres.

Comienzo del diálogo

Los participantes del diálogo son Cayo Velleio y Quinto Lucilio Balbo quienes están en la casa de Cayo Cotta, amigo íntimo de Cicerón.

Los tres discutían sobre la naturaleza de los dioses y les comienza  explicar a Cicerón en qué parte estaban. 

La perspectiva de Velleio  

Velleio lanza fuertes críticas al Timeo de Platón, que es el libro donde se desarrolla la construcción del Universo. El mismo Platón planteaba que el universo era eterno, pero ¿cómo algo eterno puede ser engendrado? 

Es más, ¿cómo se engendró? ¿acaso los dioses estaban dormidos y de repente despertaron para hacer el mundo? luego ¿por qué dormían? ¿Acaso evitaban la fatiga? Pero si son divinos no puede hacerles daño la fatiga. 

Si los dioses existen, entonces todo lo que existe es parte de ellos, incluyendo la tierra y el espacio. 

Crítica a los filósofos griegos

Velleio comienza criticando cada una de las teorías que postulaban los filósofos mismos. 

Tales de Mileto: decía que lo primero existente era el agua y que por tanto este era dios. 

  • Pero ¿para qué dios necesita un cuerpo?


Anaximandro: decía que los dioses no son eternos y que perecían tras largos intervalos de tiempo.

  • Pero ¿cómo concebimos a un dios si no es eterno?


Anaxímenes: decía que dios era el aire. Tiene comienzo en el tiempo, es inconmensurable, infinito y siempre está en movimiento. 

  • Pero si el aire es informal(1) ¿cómo puede un dios tener una característica tal?


Anaxágoras: decía que dios era una mente infinita.

  • Pero ¿cómo es posible que haya sentido en un dios?(2)


Alcmeón de Crotona: decía que todos los cuerpos celestes (luna, sol y estrellas) eran dioses. 

  • Pero ¿cómo las cosas mortales pueden ser dioses?

Pitágoras: decía que la sustancia del universo (dios) estaba impregnada de alma y que nosotros seríamos pequeñas almas (partículas). 

  • Pero ¿cómo la divinidad puede dividirse, despedazarse, desmembrarse etc.?

Jenófanes: decía que dios era una mente y que con eso construyó el universo. 

  • Teoría muy parecida a la de Anaxágoras.
Empédocles: decía que dios estaba constituído de los cuatro elementos del universo (agua, tierra, fuego y aire). 

  • Pero ¿cómo puede estar dios constituido de elementos que cambian?(3)


Protágoras: decía que dios era una imagen errante y luego que es una sustancia que emite imágenes. 

  • Claramente, no tiene una respuesta de lo que es la divinidad. 

Platón: decía que la divinidad es incorpórea y que también serían dioses los cuerpos celestes.

  • Pero ¿cómo será capaz la divinidad de sabiduría si no tiene cuerpo? ¿cómo puede ser dios un cuerpo celeste si éste es inmortal? 

Antístenes: decía que existen muchos dioses populares pero uno solo natural.


  • Pero ¿qué diferencia hay entre un dios y otro dios?

Aristóteles: decía unas veces que dios es puro intelecto, otras es el mundo mismo y otras que es un primer motor que mueve a los demás. 

  • Pero ¿cómo es posible que un ser incorpóreo se mueva, o que si no se mueve mueve a los demás?

Jenócrates: decía que los dioses son los cuerpos celestes en un movimiento continuo.

  • Pero ¿qué clase de felicidad tendrán estos seres?

Teofrasto: decía que el dios tiene mente pero que al mismo tiempo carece de sensaciones.

  • Pero ¿cómo una mente puede carecer de sensaciones?

Zenón de Citio: decía que dios se encontraba en la naturaleza para mandar lo recto y prohibir lo contrario. 

  • Pero ¿en qué se diferencia un dios a un ser vivo?

Crisipo de Solos: decía que la divinidad era una mente o razón sumamente poderoso que gobierna y está presente en todas las cosas existentes. 

  • Pero ¿qué necesidad tiene un dios de estar en otros cuerpos?

Siguiendo las propuestas y críticas que hace Velleio, nos queda sólo una cosa por concluir; la idea innata de los dioses. Es decir, a través de la historia, los hombres han tenido la necesidad de explicarse el mundo por medio de distintas teorías. 

La creencia sobre los dioses es una convención creada por los hombres, uniendo la naturaleza con la razón. 

Concepto de dios por Epicuro

Los dioses, si existiesen, debieran ser virtuosos y felices, pero para lograr aquellas cosas; si hay virtud debiera haber razón. Por lo tanto, el ser vivo que más tiene semejanza con dios sería el hombre, pues este tiene lo mismo. 

Ahora, hay que dejar claro que su forma no es corpórea, sino que sólo se asemeja a la sustancia corporal. No contiene sangre, sino algo parecido a la sangre. 

Toda esta teoría de los dioses es expresada por el filósofo hedonista Epicuro. Éste además postulaba que para que los dioses conserven el mundo, debe haber una cantidad superior de inmortales en comparación con los mortales, así como también más causas de conservaciones que de destrucción.

Características de dios

Como dijimos, los dioses son felices y por lo tanto bienaventurados, no están vinculados a ninguna ocupación, ni piensa en ningún trabajo. Está pensándose a sí mismo en su propia sabiduría a la vez que son eternos. 

El reposo es una de las condiciones fundamentales para alcanzar la felicidad. Dios no es un ser como lo plantean los estoicos; alguien que no para de trabajar y de moverse nunca. 


Concepto de dios por Cotta

Luego de que Velleio expusiera su teoría sobre la naturaleza de los dioses según Epicuro, Cotta le expresa su opinión contraria a lo que se planteó y comienza a relatar lo que para él no está bien en el planteamiento. 

Lo primero que establece Cotta es muy acertado: antes de hablar de dioses deberíamos preguntarnos ¿existen dioses o no? Velleio decía que sí sólo por el hecho de que las razas lo creían así, gracias a una idea innata de ellos. 

Además, ¿qué es eso de semejanza de cuerpo y analogía de sangre? (4)¿Acaso no se había establecido que un dios era incorpóreo? pero Velleio dice que tiene semejanza de cuerpo, algo totalmente confuso e inexplicable. Por otro lado, si entonces tienen algo semejante al cuerpo, todos los dioses se podrán diferenciar unos con otros, y así, unos serán más bellos que otros. ¿Cómo será posible que unos dioses sean mejores que otros, si todos son perfectos?

Por otra parte, ¿qué son estas ideas innatas de los dioses? imaginarse a los dioses con barba y cuerpo ¿será una idea innata que tenemos o más bien una idea adquirida por las personas? más bien parece que la idea de dios es adquirida. 

Otra cosa que Velleio mencionaba era la ociosidad de los dioses, es decir, ellos no tienen ninguna ocupación ni trabajo. ¿Acaso la pereza es una característica de los dioses? ¿desde cuando la pereza es sinónimo de felicidad? En todo caso responder estas preguntas llevaría a una inconsistencia, pues se podría preguntar ¿por qué una divinidad hace cosas humanas? Ya había dicho Velleio que un dios sería feliz si obtiene la virtud, pero la virtud se alcanza con el movimiento; por lo tanto este dios no podría ser feliz.

Mapa conceptual

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Conclusión

Nuevamente siguen las críticas a las teorías de los epicúreos, aunque esta vez lo vemos desde el ámbito divino. En todo caso, las inconsistencias en las que cae Velleio son imperdonables y ambiguas. En efecto, la peor de ellas fue decir que el cuerpo de los hombres es semejante al de los dioses y viceversa. Insostenible. Sin embargo, la discusión no acaba acá pues debemos ver la respuesta que nos tendrá Velleio contra el planteamiento de Cotta.  

sábado, 13 de agosto de 2016

Marco Tulio Cicerón - Tusculanae Quaestiones (Cuestiones Tusculanas) (Libro V: ¿Es necesaria solamente la virtud para ser feliz?) (45 a.C.).

Este es un tópico que seguramente Aristóteles lo aceptaría de lleno, aunque también hay que reconocer que depende de la perspectiva de cada uno. Una pregunta viene a colación cuando tomamos en cuenta la felicidad y la virtud ¿se puede ser feliz solamente con la virtud? Para muchos es una pregunta incómoda porque ¿cómo no seremos felices con los bienes materiales? ¿Son acaso las personas que no tienen bienes materiales más felices que las que si las tienen? Veamos por lo menos si la virtud puede satisfacernos hasta alcanzar la felicidad.

Referencias:

(1) Esta escuela postula que el bien se encontraba en el despojo de las cosas materiales. Su maestro fue Antístenes quien era criticado por el mismo Diógenes. 

Tusculanaes
Quaestiones



LIBRO V: ¿ES NECESARIA SOLAMENTE LA VIRTUD PARA SER FELIZ?

Condiciones de la felicidad

Bruto no puede creer que alguien que esta siendo torturado o atormentado pueda ser feliz y en efecto, el sentido común nos lleva a aceptar esta hipótesis. 

La palabra felicidad significa alegría plena que no admite el dolor algunos; de hecho, Teofrasto era quien decía que la felicidad está de lado de la fortuna más que de la sabiduría. 

Sin embargo, Cicerón nos dice ¿cómo es posible que los bienes te lleven a la felicidad si ellos mismos son inconstantes? Es decir, los bienes pueden estar como no estar y por lo tanto no seremos felices una vez que nos falten. La felicidad tiene que estar vinculada con las cosas que se mantienen en el tiempo, y no con aquellas que se van de un lado para otro. 

La virtud es todo lo que es digno de elogio y he ahí donde se consigue la felicidad. Nadie es más digno de elogio que el sabio, pues él siempre se dedica al ejercicio de la virtud. 

¿Cómo será el hombre feliz?

En primer lugar el hombre feliz debe ir en búsqueda siempre de la verdad a través de la filosofía. Deberá indagar en las tres materias del espíritu: lógica, física y ética, además de considerar la dialéctica como el método para distinguir lo verdadero de lo falso. 

El hombre feliz, o sabio en este caso, no será un individuo que este solo porque el sabio más que todos sabe que la sociabilidad es un aspecto importante en la vida. 

¿Podrá soportar el hombre sabio una tortura o un dolor prolongado? Debería hacerlo pues, los hombres en las batallas pelean con todo incluso hasta mordiscos. Prefiere morir antes que ser vencidos y esto es un aspecto de la virtud. De hecho, el sabio debe vivir conforme a la naturaleza y como ésta es perfecta, siempre tendrá una vida feliz. 

Un ejemplo de hombre sabio y feliz sería el mismo Diógenes de Sínope, un filósofo de la escuela cínica(4). Este filósofo vivía con lo justo y necesario lo cual lo llevaba a la indigencia (forma de vida de los cínicos), y por lo tanto era feliz solo con eso. Un  día, Alejandro Magno se le acercó y le dijo:

''Pídeme lo que quieras''

A lo que Diógenes contestó:

''Apártate que me estas quitando el sol''

Otro de los grandes ejemplos de hombre virtuosos es Sócrates, quien soportó estoicamente el duro destino que le tocaba por las leyes. 

La vida sin sentidos

Cicerón nos asegura que incluso se puede vivir una vida virtuosa sin alguno de los sentidos. 

Hay muchos ejemplos de hombres que han sido virtuosos siendo ciegos: un ejemplo de ello es Apio Claudio, el ciego; quien incluso era Senador de la República romana. 

El estoico Diodoto quien vivió muchos años con Cicerón ayudándolo en ejercicios matemáticos y otras cosas. 

Sin embargo, ¿qué pasa con las personas que están privadas de la mayoría de sus sentidos? Una persona que no puede hablar, no puede oír y no puede ver, si se le considera inútil en esta vida, entonces debería morir. Esto es uno de los rasgos fundamentales de la filosofía estoica, vivir sin los sentidos fundamentales es igual a estar muerto, pues la muerte es la privación de absolutamente todos los sentidos. Lo mismo pasa con el dolor, si no se soporta es mejor la huida (la muerte). 

Conclusión

Y este libro me corrobora aún más la posición de Cicerón con la vida. Es un modo de filosofía estoica combinado con las enseñanzas de la Academia de Platón. Aquí tenemos el modelo perfecto de Cicerón de cómo un hombre debe verse enfrentado con la vida. Ni más ni menos, el hombre sabio siempre será feliz sin importar en que tormentos se encuentre, pues está habituado a la naturaleza que es buena y perfecta en sí misma. 

Marco Tulio Cicerón - Tusculanae Quaestiones (Cuestiones tusculanas) (Libro IV: Otras aflicciones del alma) (45 a.C.).

Es el cuarto libro de las Cuestiones Tusculanas y por lo tanto es el cuarto día de las conversaciones de Marco Tulio Cicerón con Bruto. Este libro podría ser la continuación del diálogo anterior, pues se vuelve a abordar el tema de las aflicciones del alma. Ya vimos que Cicerón no se conforma con la mirada de los epicúreos, así como tampoco con la mirada de los peripatéticos, aunque también se nota una cierta preferencia hacia la filosofía estoica reconociendo que el dolor es algo que depende de nosotros y no a la naturaleza. 

Referencias:

(1) Aquí las llamamos así, Cicerón las trata como aflicciones a secas. 
(2) Esto se debe a que las perturbaciones se dan por la opinión, en otras palabras, por la parte pensante del alma. 
(3) En la editorial Gredos aparece que esta nunca fue una conclusión de los peripatéticos. Al contrario, ellos decían que las perturbaciones coincidían con la parte irracional del alma. 

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LIBRO IV: OTRAS AFLICCIONES DEL ALMA

Las aflicciones

Ya sabemos que al sabio no le puede afectar el miedo, pues es una ''aflicción'' que ocurre por nuestra opinión sobre las cosas, lo cual es totalmente manejable. Sin embargo, Bruto aún no está convencido y pide otro análisis esta vez con la euforia. 

Zenón de Citio nos daba una definición de perturbación (pathos): es un movimiento del alma contrario a la naturaleza que depende de nuestra percepción. Lo que viene a corroborar lo dicho por Cicerón anteriormente. 

Es cierto que luego del deseo viene la euforia, pero esta solo se daría cuando el deseo es desenfrenado, o en otras palabras excesivamente placentero. El sabio jamás caerá en ese extremo de querer de manera excesiva una cosa; al contrario, siempre tendrá un deseo moderado. 

Aflicciones pasivas(1)

Este Tipo de aflicciones son la envidia, los celos y la compasión, pues existe cierto ''dolor'' cuando nos referimos a ellas. También están el placer y la perturbación por ejemplo:

Placer

El placer para Cicerón consta de algunas partes:

Malevolencia: placer que se ocurre cuando nos enteramos de un mal ajeno y en el cual no hay provecho propio. 

Deleite: placer que es deseado por los cinco sentidos. 

Perturbación

La perturbación también tiene sus partes:

Ira: deseo de castigar a quien nos ha perjudicado injustamente.

Furor: es la ira pero en su estado naciente

Odio: es la ira que se mantiene en el tiempo (inveterada).

Enemistad: es la ira que termina en el deseo de la venganza. 

Rencor: ira amarga que también se mantiene en el tiempo.

Insaciabilidad: es el deseo inextinguible de un bien que aún no tenemos delante de nosotros. 

Intemperancia: es la fuente de toda aflicción pues se abandona toda la irracionalidad. 

Obviamente, estas perturbaciones del alma son solo transitorias y no permanentes como sí lo son los defectos

Está claro que un alma sana no caerá en las perturbaciones que le corresponderían; sin embargo, el cuerpo si puede caer en las perturbaciones que les son propias, por más que goce de salud. En el caso de las bestias, estas no tendrían perturbaciones; es decir, no sufrirían de esas cosas(2).

Cicerón nos dice que las perturbaciones no puede ser moderadas como lo decían los peripatéticos(3), en otras palabras, una perturbación es un mal no importa donde se le mire. Así es como decimos que quien pone límites a lso vicios, en realidad esta aceptándolos y asumiendo una parte de ellos. 

Conclusión


Aquí concluye la cuarta conversación con Bruto sobre las perturbaciones del alma y otras cosas. Nunca está demás definir las cosas para tener un propio esquema de qué significa cada concepto. En este caso, vemos a Cicerón dando una lección gravísima a quienes consideran que el ser humano debe alejarse del dolor; al contrario, el dolor debe soportarse y aceptarse porque depende de nosotros el hacerlo. La naturaleza no tiene la culpa de nuestra miseria, más bien somos nosotros mismos los que estamos en ella. 

viernes, 12 de agosto de 2016

Marco Tulio Cicerón - Tusculanae Quaestiones (Cuestiones Tusculanas) (Libro III: Aflicciones del alma) (45 a.C.).

A veces los dolores físicos no son tan importantes como los dolores mentales, bueno, siempre ha dependido de la perspectiva de cada uno. En el libro anterior hemos visto algunas cosas sobre el dolor y el cuerpo así como también con la mente, aunque faltaron algunas cosas por decir. Quizás, en este capítulo entraremos de lleno en la importancia de la mente en cuanto al dolor y al placer. Recordemos que estas disputaciones o cuestiones tusculanas son escritas en su transición luego de la muerte de su hija Tulia.

Definición:

(1) Frugalidad: en nuestros días significa ''moderación en las comidas y en la bebida''. 

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Quaestiones


LIBRO III: PROBLEMAS DE LA MENTE


El alma y el sabio

Es probable, obviamente, que al sabio pueden afectarle las aflicciones del alma. Pero ¿cómo es posible si el sabio, se supone, no se dejará afectar nunca por las pasiones? (pathos).


Conceptos a entender

Sania e insania

De hecho, la locura (insania) es propia de quienes tienen perturbaciones en el alma, mientras que la salud será reflejo de quienes tengan un alma en forma y saludable.  Un alma insana se demuestra cuando el hombre no es capaz de contenerse; es decir, la ira le gana y se arrebata contra las cosas. 

Es así que la Ley de las Doce Tablas despoja de sus bienes a lso locos furiosos, no a los simples locos. En efecto, hay una gran diferencia entre el loco (insania) y el loco furioso (furor), el cual, este último es el más peligroso. 

Frugalidad(1)

Otro término que representa una virtud es la frugalidad, que para los griegos solamente significaba ''utilidad'', pero para Cicerón significa una combinación de otras tres virtudes: Fortaleza, Justicia y Prudencia. 

Esta sirve para mantener elcuerpo y el alma moderado de todas las afecciones. El concepto que se le contrapone es ineptitud (nequitia) que en otras palabras también quiere decir ''de ningún provecho''. Por supuesto, este concepto de nequitia es ajeno al sabio, pues él lo puede superar sin ningún problema. 

Envidia

Que viene del griego invidere que es el deseo de la fortuna de otra persona. obviamente el sabio es uno de los que no tiene estos tipos de aflicciones. 



Crítica a los peripatéticos y los estoicos 

Estos conceptos son tratados de la misma manera por los estoicos. Los peripatéticos por su parte seguirán la doctrina de su maestro Aristóteles, específicamente el libro II de la Ética a Nicómaco. Es decir, la virtud se encuentra en medio de dos extremos. 

Cicerón no acepta la idea de los peripatéticos por el siguiente tema, ¿una enfermedad moderada sería una virtud? Para el orador la enfermedad sea moderada o no, no dejará de ser un vicio nunca. Sin embargo, hay conceptos que no representan dolores de alma o de cuerpo, más bien se tratan de manera distinta porque no se podría decir que el miedo es un dolor, ni que la euforia es un placer en extremo (y por lo tanto un bien).

Para resolver esto, Cicerón se enfoca en el concepto de opinión (doxa). Es decir, el miedo tiene como base la opinión de las cosas malas, y la euforia tiene como base la opinión de las cosas buenas. En efecto, el miedo y la euforia son perturbaciones del alma que tienen como base la opinión. 

A partir de esto, el pensamiento de Cicerón sobre las afecciones radica en que unas son inherentes al ser humano, y por lo tanto inevitables y otras se basa en la falsa opinión que se tenga de ellas. No obstante, cuando sabemos y comprendemos la naturaleza humana, el soporte al dolor se vuelve mucho más fuerte, y por lo tanto el impacto siempre es menor. 

Soporte del dolor por otros hombres

Muchos hombres ya sean romanos o griegos han soportado el dolor a través de la historia. Un ejemplo de ello son los remeros de Pompeyo, cuando vieron a éste caer muerto en la batalla, los remeros continuaron remando y solo al llegar a tierra firme se lamentaron. 

Pero si las aflicciones son malas y dependen de nosotros; es decir, soportarlas, entonces las aflicciones no pertenecen a la naturaleza, sino más bien de nuestra propia percepción (opinión).


Conclusión

Una defensa bastante estoica para criticar a todas las escuelas filosóficas. Sin duda es una tarea muy difícil ser estoico, parecería más fácil ser epicúreo o hedonista en ese caso, pues, ¿qué es más difícil que soportar dolores tremendos de forma serena? Sería increíblemente difícil soportar la muerte de un familiar o de un gran amigo. Sin embargo, no deja de ser interesante dirigirse a ese estilo de vida. 

sábado, 6 de agosto de 2016

Marco Tulio Cicerón - Tusculanae Quaestiones (Cuestiones Tusculanas) (Libro II: Tolerancia al dolor) (45 a.C.).

La tolerancia al dolor no es un tema que sólo respecta a la antigüedad, sino que atañe fuertemente a los tiempos modernos. ¿Tenemos tolerancia al dolor? quizás en cierto grado, siempre hay un límite que se sobrepasa y nos daña inevitablemente. Los estoicos tenían una interesante teoría frente al dolor, pues este había que evitarlo porque dependía de nosotros sentirnos miserables o infelices. El dolor es parte de la naturaleza y por eso no representa ningún mal; éste dependería totalmente de nosotros. 

Referencia:

(1) En el libro VII de Las Leyes, Platón nos hablaba sobre la importancia de hacer que los jóvenes probaran el vino para que experimentaran el disgusto; y así entrenarlos para otros sabores amargos. 
(2) Referida en el primer libro de las Cuestiones Tusculanas
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LIBRO II: TOLERANCIA AL DOLOR


El dolor como concepto

Cicerón y Bruto se ponen a discutir sobre temas filosóficos. El orador le permite que se hable del tema que Bruto quiera, y éste elige el dolor. 

Primeramente, Bruto nos dice que el mayor de los males es el dolor, pero Cicerón al preguntarle si lo es más que la deshonra,Bruto se arrepiente más no sin decir que el dolor sigue siendo un mal (no el más malo de todos). 

Veamos la teoría de algunos filósofos sobre el dolor:

Aristipo de Cirene: el dolor es el mayor de los males.
Zenón de Citio: el dolor no es un mal. 

Ya habíamos visto que para algunos otros el dolor era el mayor de los malos como para Epicuro. 

El hábito supera el dolor

De hecho, Epicuro se preguntaba ¿qué haría el sabio cuando se le ocasiona dolor? ¿Acaso se alegraría? Cicerón responde que sería ridículo, al contrario, el sabio tendría que soportar el dolor. De hecho, el dolor dependería de nosotros puesto que de la naturaleza no proviene el mal; por lo tanto, el mal (el dolor solo dependería de nosotros).

Sin embargo, para el mismo Cicerón el mayor de los malos es la misma vergüenza (o deshonor). En efecto, hay quienes son capaces de resistir el dolor por evitar la vergüenza. Tal como lo decía Platón, el dolor físico puede soportarse a través del hábito; es decir, preparar el cuerpo para las cosas(1)

Razón y dolor

Básicamente, Cicerón sigue con la doctrina platónica pero esta vez desde el enfoque del alma con el cuerpo. El alma manda el cuerpo y por lo tanto, la razón también lo manda. Si el alma logra controlar el cuerpo, entonces, esta parte buena que es la racional controlará a la parte del alma dominada por la ira; así se evitaran pasar vergüenzas y se soportará cualquier dolor. 

Para lograr que el alma logre esa tensión estoica(2), la única forma es el esfuerzo y el diálogo interior que debe llevar el hombre consigo mismo. El deber es otra cosa importante en la tensión del alma, si es que se quiere que el dolor no afecte al ser humano. En fin, todos los dolores que luego se transforman en gloria son tolerables. 


Conclusión

Por cierto, una posición muy estoica la que adopta Cicerón en cuanto al dolor. Es aquí donde vemos al orador servirse de las teorías y propósitos de la escuela estoica, porque por otro lado, cualquier cosa que signifique defender la teoría estoica significa al mismo tiempo despreciar el epicureísmo. Vemos también por otro lado la influencia platónica en su planteamiento sobre el alma, que también quedó clara en el libro anterior. Al parecer ya vamos articulando el esquema filosófico del orador. 

Marco Tulio Cicerón - Tusculanae Quaestiones (Cuestiones Tusculanas) (Libro I: Sobre el desprecio a la muerte) (45 a.C.).

Nada más deseable hay que la felicidad misma, pues ¿quién se negaría a perseguirla y obtenerla? Nadie... Aquí veremos las reflexiones más importantes del filósofo romano porque unido a la muerte de su hija Tulia, Marco Tulio Cicerón escribe una serie de obras filosóficas este año (45 a.C.). No obstante, no solo veremos cosas estrictramente reflexivas, sino que tambien un poco de la vida del orador. Es un libro complejo pero imprescindible para conocer la filosofía romana de aquellos tiempos.

Referencias:

(1) Aprender no es más que recordar.

Tusculanaes Quaestiones


LIBRO I: SOBRE EL DESPRECIO A LA MUERTE


Condenados a morir

Luego de rendir tributo a lo grandiosos que fueron los griegos en el pasado, Cicerón nos introduce al tema de la muerte en forma de diálogo con dos personajes ficticios: M (maestro) y A (adolescente). 

En base al sentido común, la muerte siempre será un mal sobre todo para quienes la esperan. Esto quiere decir también que todos somos infelices, pues todos estamos esperando la muerte; bajo esta perspectiva, no hay nadie que no sea infeliz. Incluso, ese ser que nace es infeliz porque también lo espera la muerte. 

Sin embargo, ¿será infeliz quien ya está muerto? el adolescente dice que si es infeliz, lo cual es lo más ilógico de afirmar. ¿Cómo entendemos que quien no existe es infeliz?


La muerte no es un mal alguno

El adolescente nos dice que todos somos infelices, pues todos vamos a morir y nadie que deba morir puede estar feliz. Sin embargo, el Maestro le dice que no eso no es precisamente correcto. En efecto, ¿cómo la muerte va a ser un mal si no se puede ser feliz ni infeliz? 

El maestro está dispuesto a responder al adolescente que la muerte no solo no es un mal, sino que es un bien; pero antes, el maestro hablará sobre algunas teorías sobre la muerte.

Teorías de la muerte

Existieron varias teorías sobre la muerte en la antigua Grecia, entre ellas:

Platón: la muerte es la separación del alma con el cuerpo.
Aristóteles: la muerte es la extinción del alma y el cuerpo (simultáneamente). 
Zenón de Citio: la muerte ocurre con la extinción del cuerpo y el alma (aunque el alma dura un poco más).

Estas han sido las teorías sobre la muerte, pero aún más desconocido nos es el orígen del alma. 

Teorías del orígen del alma

En este caso, las teorías sobre el orígen del alma son muy conocidas: 

Empédocles: el alma es la sangre que bombea el corazón.
Otros: el alma es el cerebro. 
Zenón de Citio: el alma era un soplo dotado de fuego.
Aristoxeno: el alma es una especie de tensión del cuerpo.
Jenócrates y Pitágoras: el alma es una unidad (número).
Aristóteles: el alma es el primer motor inmóvil.
Platón: el alma siempre existe pues es inmortal. 

Como quiera que la muerte sea, es decir, si el alma vive para siempre sin sentir dolor, o no existe en absoluto, entonces la muerte no significaría un mal alguno


La inmortalidad del alma

Lo importante para comprender la inmortalidad del alma es analizar las diferencias con el cuerpo. Si bien el alma puede sentir a través de los sentidos, esta se diferencia del cuerpo a causa de que tiene memoria como se demostró en el Menón de Platón(1). Como la memoria, dice el Maestro, no tiene que ver con el cuerpo, entonces pertenece a algo divino como sería el alma. 

Lo mismo pasaría con las cosas como la imaginación y las representaciones. El maestro al igual que Platón creen en el alma por la evidencia de estas cosas inteligibles. 

Finalmente, la muerte es considerada un bien y no un mal porque es parte de la naturaleza, de nuestro fin. 


Conclusión

Un libro servido de los libros principales de Platón: Fedón y Menon. La pregunta que se me viene a la cabeza es, si la muerte es un bien ¿para qué estamos viviendo? ya decíamos en los apuntes de Platón que la muerte parece mejor que la vida; sin embargo, ¿dónde quedarán nuestras obras póstumas y el sufrimiento de los otros? de esto nada se habla en el primer libro de esta discusión, pero no está demás pensarlo. Recordemos que los estoicos consideraban el suicidio algo natural; algo que era voluntario si se vivía una vida de esclavo. 

viernes, 5 de agosto de 2016

Marco Tulio Cicerón - Academicum Quaestiones (Cuestiones Académicas) (45 a.C.).

Faltaba un análisis a las cuestiones de la Academia, aunque no esperemos ver a un Marco Tulio Cicerón decidido por una escuela filosófica, sino que, como hemos visto, a un Cicerón que trata de reunir las mejores cosas de cada escuela en el más puro sentido ecléctico. Lamentablemente, Cicerón pierde a su hija Tulia en este mismo año y antes de escribir este libro, pues, de hecho, antes ya había escrito Consolatio y Hortensio (que son libros perdidos y que sólo nos han llegado fragmentos por otros autores). Esta inspiración hizo escribir su crítica a los académicos y a otras escuelas con las que discutía. Veamos que nos trae ahora el orador.

Referencia:

(1) Recordemos que para Platón el saber está por encima de la opinión. La opinión es un punto intermedio entre la sabiduría y la ignorancia.  

Academicum Quaestiones


LIBRO I: FILOSOFÍA PLATÓNICA

El diálogo comienza con Cicerón y un amigo suyo llamado Verrón quienes discutían sobre las cosas de la Academia. 

Una de las cosas preferidas por los académicos era abrazar la virtud, y para eso, el hombre debía considerar la naturaleza y el carácter moral. Por ejemplo, la memoria y la rapidez para aprender son cosas heredadas de la naturaleza, mientras que el ´hábito y la costumbre eran cosas morales

La idea de los académicos era reunir tanto los bienes del cuerpo como los del alma. En todo caso, si sólo se tienen los bienes del alma, es decir respetar y obtenerla virtud, siempre faltaran los bienes del cuerpo.  

Ya habíamos visto anteriormente en la obra de Platón la división de dos mundos: el sensible y el inteligible, el cual su nivel intermedio era la opinión (que a su vez no era ni sensibilidad ni inteligibilidad). 


Diferencias que Cicerón vio en la Academia

Arcesilao, uno de los fundadores de la Academia platónica modificó algunas cosas de Platón. De hecho, Arcesilao empezó a construir el escepticismo en la misma filosofía platónica. 

Este inspirador de la filosofía platónica dudaba que se pudiera conocer algo, sobre todo lo que Sócrates daba por cierto que se podía conocer (mundo inteligible). Esto quiere decir en realidad que no hay mucha diferencia entre la antigua y nueva academia de Platón. 




LIBRO II: LA ACADEMIA

Los inicios

Sabemos que la academia se formó bajo los fundamentos del pensamiento socrático. Platón recuperó toda su filosofía y logró articular los dos conceptos fundamentales de la escuela: ironía y mayéutica.

Academia antigua

Por otro lado, tenemos los notables aportes de algunos discípulos de la academia antigua como Xenócrates, Polemon, Eudoxo de Cnido o Arquitas de Tarento. Todos ellos estuvieron hasta el año 260 a.C. 

Academia media

En la etapa media de la Academia, Arcesilao fue quien la dirigió atacando fuertemente a los estoicos, principalmente a Zenón de Citio. Arcesilao decía que estos discípulos de Zenón no habían aportado nada nuevo al pensamiento. Otro Discípulo que se destacaba fuertemente era Carnéades. Esta etapa concluyó en el año 244 a.C.

Academia nueva

Carnéades entra en este período de la Academia al igual que Filón de Larisa. En la opinión de Cicerón, Filón no se destacó mucho en la Academia; de hecho, este director de la academia decía que nada se puede aprehender. Esto en base a que todas las representaciones sensibles que tenemos son falsas: lo cual niega a la vez   lo conocido y lo desconocido. 


Crítica a la Academia

De acuerdo con Cicerón, los sentidos siempre serán confiables si están sanos y vigorosos; no hay mejor juez que los propios sentidos. 

Por otra parte, ¿dónde queda la memoria?  este es un tema que Platón ha dejado aparte de los sentidos, pues nunca habló sobre la memoria vinculado con ellos. Además, son los sentidos los que nos ayudan a recordar las cosas anteriores: la vista para un lugar; el gusto para el sabor de las cosas; el tacto para saber la textura de las cosas. 

Incluso, la misma sabiduría o sapiencia tendría que servir primeramente de lso sentidos porque... ¿de qué va a hacerse imagen la sapiencia? es justamente a través de los sentidos que la mente alcanza la sabiduría. Hay algo aún más importante que esto, ¿cómo podremos distinguir lo verdadero de lo falso si no nos hacemos siquiera una noción de lo que es verdadero o falso? Sin asentimiento de los sentidos no podrá crearse experiencia ni memoria alguna. 

Representaciones falsas y verdaderas

En la Academia, los escépticos decían que muchas de las cosas que no existen pareciera ser que existen, pues el alma está inclinada a aquellas cosas. Se admitía también que eran los dioses quienes imprimían representaciones en los sueños, pero si esto es así, cuando los sueños hacen representaciones falsas ¿cómo diremos que los dioses nos dan representaciones falsas?

En efecto, Cicerón critica esta posición diciendo que nada cierto se puede extraer de los sueños porque nuestros sentidos, en ese momento, no trabajan correctamente. 

Arcesilao y el escepticismo

Arcesilao tenía un silogismo muy acertado frente a la concepción del saber y de la opinión(1)

Si alguna vez el sabio asiente una cosa, 
alguna vez tendrá que opinar.
Si el sabio nunca opina,
entonces nunca asentirá una cosa.

Sin embargo, la primera premisa no podría cumplirse del todo, pues el sabio solo sabe y no opina, obviamente, el sabio puede distinguir la sabiduría de la opinión. 


Conclusión

En un principio no había visto este libro en el corpus ciceroniano, pero sí lo está y se ubica justo después de Del supremo mal y del supremo bien. Me parece totalmente verosímil la observación de Cicerón a la teoría de la academia, pues ¿como no va a ser posible asentir sobre algo a través de los sentidos? necesitamos a los sentidos por lo menos para tener una imagen de las cosas (representaciones). De otra manera, nunca podremos avanzar en el conocimiento.