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martes, 12 de diciembre de 2017

Al-Ghazali - La Alquimia de la Felicidad (Capítulo III: Conocimiento del Mundo).

No basta con saber del conocimiento del corazón, del conocimiento del hombre, del conocimiento del alma, e incluso del conocimiento de Dios. Debido a esto, es preciso el interés del Al-Ghazali con explicar el mundo con todas sus falencias y perfecciones. Por supuesto, este conocimiento no es tan importante como el conocimiento de Dios, pero sí es un medio para adentrarnos en dicho saber. Como dice el mismo Al-Ghazali, conozcámonos a nosotros mismos y luego conozcamos a Dios.

Referencias:

(1) Idea que definitivamente nos recuerda a San Agustín de Hipona.  

La Alquimia de la Felicidad


Capítulo III: El conocimiento del Mundo


Todo creyente sabe que la vida en este mundo es pasajera para luego pasar a la vida eterna. Es eterna y perfecta siempre que se este con Dios, pues con él no hay tristeza. 

Que el hombre haya sido creado sin perfección no quiere decir que no la pueda alcanzar, junto con la felicidad que está adherida a la perfección. Cuando el hombre queda prendado del mundo su alma cae en la perdición, pero cuando se acerca a Dios se engrandece. 

No basta con tener todas las especies y riquezas que da este mundo, sino que también se debe embelesar el espíritu con oración y pensamiento hacia Dios. Claro, todas las pasiones y vicios del ser humano deben ser controladas, muchas de ellas son inherentes al ser humano, pero este debe ser capaz de controlarlas; ahí podrá determinarse si ese hombre es realmente bueno. 

Las cosas del mundo

El hombre debe poner especial atención en las cosas que le rodean, y debe darse cuenta que muchas de ellas le sirven. Las necesidades primarias del hombre son:


  1. Alimetarse
  2. Cubrirse (vestirse)
  3. Tener un hogar


Sin embargo, una vez que tiene estos bienes el hombre tiene que enfocarse en las cosas espirituales, donde el fin es obtener el conocimiento de Dios.

El hombre no se debe afanar de las cosas que tiene en la tierra, mientras más cosas tenga mucho menos será capaz de entrar en el Paraíso. Jesús mismo decía que el mundo es como el hombre que bebe agua de mar, mientras tome de a poco no pasara nada pero si toma en exceso enfermará. 

Esto podríamos interpretarlo como diciendo que las cosas del mundo no son del todo malas si se toman con moderación. En efecto, si todas las cosas son hechas por Dios entonces de partida todas son buenas(1)


Conclusión

Muchos profesores me han dicho que existen algunos filósofos que se deben tomar como un veneno, es decir, si se toma de a poco tal vez no te pase nada, si te lo tomas entero enfermarás. Es la misma advertencia que Al-Ghazali nos hace del mundo exterior cuando elegimos el extremo de cada placer o estímulo. Como vemos, no basta con conocernos a nosotros mismos o a Dios, sino que también debemos tener conocimiento del mundo.