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viernes, 14 de julio de 2017

San Agustín de Hipona - La ciudad de Dios (Libro XVIII: Paralelismo entre las dos ciudades) (413).

Suficiente hemos hablado de la historia de Israel a través de la biblia, pero ahora falta realizar un paralelo entre las dos ciudades que son el objetivo de este libro. Babilonia que nación de la mano del maldecido Cam por parte de Noé y Jerusalén que fue bendecida por Noé y que su ascendencia proviene de Sem. Ya teníamos en libros anteriores algunos datos de los reyes del reino babilónico como Nemrod que era hijo de Cus, como también las tribus siconias, asirias y egipcias que adoraban a otros dioses. Veamos que nos tiene que decir el Doctor de la Gracia con todo esto.

Referencias:

(1) Aunque este punto se puede rebatir pues se debe revisar la cultura egipcia. 


LA CIUDAD DE DIOS

LIBRO XVIII: PARALELISMO ENTRE LAS DOS CIUDADES

Los reyes y los profetas
(Desde Abraham hasta Josué)


El primer reino que contrastaba con Jerusalén era el imperio de Asiria, cuyo rey era Belo. Luego de la muerte de este rey lo siguió Nino quien llevó el imperio asirio hasta Libia, es decir, tenía dominada casi toda Asia a excepción de la India. Por otro lado también estaban los siconios con su rey Telxion y los egipcios con otros reyes. Justamente en Asiria se encontraba Abraham con su padre en la localidad de Jarán. 

Asiria, Sición, Argos y Atenas

Haremos aquí una confrontación entre los reyes que existieron en Asiria y Sición en tiempos de Abraham y su familia. 



El Imperio argivo nació justamente cuando Dios habló a Isaac, por eso no se menciona rey porque no lo hubo. 



Ahora revisemos los acontecimientos de Moisés y los reyes que reinaron en su tiempo.


Luego de la muerte de José, la expansión de la cultura griega se hizo potente en todos las ciudades existentes.

La influencia griega

En tiempos en que Moisés liberaba a su pueblo del dominio egipcio, los griegos adoraban a los dioses ya conocidos como Zeus, Era, Dioniso y los otros. Se celebraban los juegos olímpicos en honor a Apolo, ya que eran este tipo de actividades los que aplacaban la furia del mismo dios. 

Se dice que luego de la travesía de Moisés y la muerte de Josué, en Grecia reinaba Erictonio. Termina la etapa de Josué y la biblia nos comienza a hablar de los jueces.


Época de los jueces

En la época de los jueces fueron conocidas muchas historias griegas que fueron revelándose a través del tiempo:

Triptólemo
Minotauro
Centauro
Cerbero
Frixo y Hele
Gorgona
Belerofonte (Pegaso)
Anfión
Dédalo e Ícaro
Edipo
Anteo
Guerra de Troya

Todo esto fue por parte de los griegos, hasta por lo menos un poco más allá del nacimiento de Roma (que surge a partir de la guerra de Troya). 

Fin del reinado de Argos

Antes de la guerra de Troya ya se estaba desarrollando el fin del reinado de Argos. Cuando terminó este comenzó el reino de los laurentes que lo recibió Pico quien era el mismísimo hijo de Saturno. De hecho, esto fue en tiempos de los jueces específicamente en el período de Debora. 

Después de la guerra de Troya

Luego de la destrucción de Troya, los griegos aunque vencedores se vieron de igual manera destruidos. El número de dioses se incrementó justamente después de que Troya fuera destruida. La cultura griega se comenzó a expandir de manera acelerada y es en este momento cuando se comienza a hablar de la historia de Ulises. 

El mismo Varrón comenta las historias de Odiseo y la maga Circe quien convertía a los hombres en animales. De hecho, hablando de la mutación o transformación que sufrían los hombres en animales, el mismo San Agustín dice que escuchó a hablar de ciertas personas que, comiendo una especie de queso se transformaban en animales de carga. Sabemos además la historia de Apuleyo quien hablaba del ''asno de oro'' donde dice que se convirtió en asno por medio de un artificio. 

Por supuesto, la opinión de Agustín sobre estos acontecimientos es que todo esto fue producto de los sueños. Nada realmente pasó como tal, pero tampoco se les puede llamar mentirosos por aquello. 

Asentamiento en Troya

A partir de nuestra entrada llamada ''Mitología Romana'', sabemos que Eneas fue ''el fundador de Roma'' luego de salir a salvo de la destrucción de Troya. Eneas llegó con 25 naves cargando todas las riquezas que pudo sacar de Troya, aunque el primer rey fue Latino.

Así se desarrollaba la historia de Troya en paralelo a las otras ciudades:




Aquí vemos el fin del libro de los jueces y sus paralelismos con las otras ciudades. 

Época de los Reyes

La época de los reyes en la biblia es una de las más conocidas en la historia, sobre todo la historia del rey David quien se enfrentó al filisteo Goliat para salvar a Israel. Los reyes bíblicos fueron Samuel, Saúl, David y Salomón. 

En opinión de San Agustín, Roma fue fundada como otra Babilonia más. De hecho, Roma es considerada como la hija de Babilonia, a la cual le costó mucho volverse el Imperio que era en época de San Agustín. La fundación de Roma ya comprendía 362 años en época de los Reyes,pero también coincide con la derrota del Reino de los asirios. 

Grecia y Roma

Al mismo tiempo que Rómulo se consideraba como descendiente de Eneas y por lo tanto se convierte en el nuevo rey de Roma. En este intertanto, en Grecia se conoce la presencia de Tales de Mileto junto con los otros siete sabios de Grecia. 

Filósofos en los diversos reinados

Reinaba Sedecías en el reino Hebreo, mientras que en Roma reinaba Tarquinio Prisco. En esta época existieron diversos filósofos, sobre todo en Grecia, pues ya estaban los 7 sabios, pero también, aparte de los 7 conocidos, también surgieron en ese tiempo Anaxímenes, Anaxágoras, Pitágoras y Jenófanes. 

Época de los profetas

Después del reinado de Salomón y la destrucción del Templo de Jerusalén, comenzaron a surgir algunos profetas que profetizaron el futuro de Israel. Por ejemplo, Jeremías predijo la destrucción Y sometimiento de Israel a el rey Nabucodonosor. 

Profecías de Oseas y Amos

De acuerdo con la opinión de San Agustín, las profecías de Oseas son las más difíciles de interpretar. Muchos pasajes parecen oscuros, pero hay uno en particular que se nota de manera más clara como profecía:

''Porque muchos años vivirán los israelitas sin rey y sin príncipe, sin sacrificios y sin altar, sin sacerdocio ni revelaciones''
(Oseas 3:4-5)

Esto representa al pueblo judío que ahora se encuentra sin rey y sin principe, pues ya no hay nada de lo que tanto sostenían en el A.T. Por otro lado, Oseas también predijo la llegada de Cristo:

''Al tercer día nos restablecerá y resucitaremos al tercer día''
(Oseas 6:3)

Esta si es una profunda referencia a Jesús de Nazareth que revivió al tercer día tal y como lo dijo Oseas. 

También tenemos al profeta Amós que predice los acontecimiento de Jesús de Nazareth:

''Ese día restauraré el tabernáculo de David, que está por tierra, y restableceré lo igualado con la tierra, y reharé lo destruído, y lo reedificaré como en tiempos pasados''
(Amos 9:11-12)

Este pasaje puede ser discutido con los judíos quienes podrían decir que la restauración del tabernáculo no sucedió en la época de Jesús. De hecho, muchos judíos consideran este pasaje como, más que la restauración del tabernáculo sería la restauración de Israel. 

Profecías de Isaías

La verdad es que Isaías tiene muchas profecías en cuanto a la Iglesia, Israel y Cristo. San Agustín, en favor de la brevedad (y yo también), sólo presenta un fragmento de lo más significativo de Isaías:

''Maltratado se humillaba y no abría la boca: como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no habría la boca''

''Sin defensa, sin justicia se lo llevaron ¿quién meditó en su destino?''

''Porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los pecadores, el cargó con los pecados de muchos e intercedió por los pecadores Esto es por lo que toca a Cristo''

(Isaías 52-53)

En todos estos pasajes (y en los restantes del libro de Isaías) hay referencias a Cristo y al futuro de la Iglesia. 

Profecías de Miqueas, Jonás y Joel

El profeta Miqueas es mucho más explícito en relación a la llegada de Cristo a la tierra:


''Pero tú, Belén de Efrata, pequeñas entre la aldea de Judá, de ti sacaré el que ha de ser jefe de Israel: su origen es antiguo de tiempo inmemorial''
(Miqueas 5:2-4)

Claramente el lugar geográfico es claro, pues Cristo nació en Belén. 

También tenemos al profeta Jonás que, aunque San Agustín no cita ningún pasaje en particular, la historia de Jonás representa la resurrección de Cristo porque al ser engullido y después liberado por la Ballena, al mismo tiempo está demostrando el regreso de la muerte de Cristo. 

Luego tenemos a Joel que habla sobre la promesa de Cristo en cuanto a la llegada del Espíritu Santo. 

''Después derramaré mi espíritu sobre todos: vuestros hijos e hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones. También sobre siervos y siervas derramaré mi espíritu aquel día''
(Joel 2:28-29)

Esta promesa ya nos deja claro que los profetas que vinieron después de Los Reyes hablaron sobre la llegada de Jesús. 

Profecías de Abdías, Nahúm y Habacuc

Abdías tiene muchas referencias a Cristo por los pasajes que sostenía en cuanto a Israel. 

''En el monte Sión quedará un resto que será Santo''
(Abdías 17:21)

Por supuesto que el resto significa a los hombres santos que murieron orgullosamente a lo largo de la historia, pero sólo uno de ellos quedará como verdadero Santo y ese es Jesús. 

Nahúm también tiene otro pasaje en el que se habla más bien del cambio de tiempos entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. 

''Quebraré los ídolos tallados y de fundición, y los pondré en sepultura, porque he aquí sobre los montes los pies ligeros del que viene a evangelizar y a anunciar la paz. Solemniza tus festividades y cumple tus votos, que ya no se acercarán más a ti para que envejezcas. Todo está consumado, cumplido y derrocado. Ya sale en campaña el que alienta en tu rostro y te libra de la tribulación''
(Naúm 1:14-15)

Aquí se habla del traspaso de las antiguas tradiciones del A.T., como también de la idolatría a los dioses paganos (tallados y de fundición) para dar paso a las nuevas festividades que trae el N.T.

Por último, Habacuc también profetiza la llegada de Cristo con el siguiente versículo:

''El Señor me respondió: Escribe la visión, grábala en tablillas, de modo que se lea de corrido: la visión tiene un plazo, jadea hacia la meta, no fallará; aunque tarde, espérala, que ha de llegar sin retraso''
(Habacuc 2:23)

Debemos recordar que Habacuc era un hombre que tal como Jeremías y Job se quejaban de los tiempos de violencia y ultraje que existían en su tiempo. Pedían a Dios fervientemente cuando él mismo intervendría en la ciudad para sacar a flote a los justos. 

Profecías de Jeremías y Sofonías

El mismo Jeremías que fue un profeta que le fue dificultoso llevar a cabo la obra divina, pudo profetizar sobre la llegada de Cristo en el siguiente versículo:


''El Cristo, el Señor, resuello de nuestra boca, ha sido preso por nuestros pecados''
(Jeremías 4:20)

Otro que profetizaba a Cristo era Sofonías quien hablaba específicamente de la resurrección de Jesús:

''Espérame, dice el Señor, en el día de mi resurrección, porque mi voluntad es congregar las naciones y reunir los reinos''
(Sofonías 3:8)

Profecías de Daniel y Ezequiel

Daniel fue otros de los profetas que predijo la fama y el respeto que Cristo obtuvo en la historia. 


''Seguí mirando, y en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo una figura humana, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio: todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin''
(Daniel 7:13-14)

Ezequiel profetiza a Cristo en David con los siguientes versículos mostrados a continuación:

''Les daré un pastor único que los pastoree: mi siervo David; él los apacentará, él será su pastor. Yo el Señor, seré su Dios, y mi siervo David, príncipe en medio de ellos''
(Ezequiel 34:23-24)

Recordemos que para la época de Ezequiel, David ya había y muerto y por tanto, este segundo David al que se refiere es el mismísimo Cristo, de acuerdo con San Agustín.

Profecías de Ageo Zacarías y Malaquías

Estos serían los últimos profetas que examina San Agustín comenzando por Ageo quien lanza una profecía corta pero clara sobre Cristo.  

''Y así dice el Señor de los ejércitos: Dentro de muy poco yo agitaré el cielo y la tierra, mares y continentes; haré temblar a todas las naciones y vendrá el deseado de todas las gentes'' 
(Ageo 2:7-8)

Zacarías es otro de los profetas que habla sobre Cristo y su llegada en detalles. 


''Alégrate, ciudad de Sión; aclama, Jerusalén, mira a tu rey que está llegando: justo, victorioso, humilde, cabalgando un asno, una cría de borrica''
(Zacarías 9:9-10)

Lo de cabalgar en un asno se verifica y confirma en el Evangelio de Mateo versículo 20. 

Por último tenemos a Malaquías quien también anunció la llegada de Cristo a través de la entrada en el Templo:

''Mirad, yo envío a un mensajero a preparar el camino. De pronto entrará en el templo el Señor que buscáis; el mensajero de la alianza que deseáis miradlo entrar, dice el omnipotente''
(Malaquías 3:12)

Aquí hay dos formas de hablar de Cristo, una es cuando entra en el templo de forma carnal y la última es de forma espiritual cuando se habla sobre el mensajero de la alianza. 

Época de Esdras

Esdras, más que un profeta fue un escriba que trató de restaurar Israel. También se puede decir que de alguna manera profetizó a Cristo diciendo que lo más importante en la vida era buscar la verdad y con eso quiere decir que el mismo Cristo es la verdad. 

Ciertamente, en la época de Esdras y Nehemías no hubo reyes, pero si batallas que duraron años. Es cosa ver el libro ''Macabeos'' donde los elegidos por Dios luchan contra los reyes griegos, quienes imponían el culto a los dioses griegos. 

Dios y las otras culturas

Filósofos griegos

En esta época ya podremos encontrar los nombres de Sócrates e incluso de Platón quien nace poco después de la época de Esdras. Así, podemos ver que aunque los filósofos nombrados anteriormente tienen bastante antigüedad, estos no son tan antiguos como lo fueron los profetas cristianos. 

Los únicos teólogos anteriores a los profetas fueron Orfeo, Linio y Museo, aunque Moisés es uno de los teológos más antiguos junto con Abraham a quien nadie puede preceder(1)

Cultura egipcia

Siempre se ha dicho que los egipcios son la civilización más antigua que ha existido. De hecho, se dice que tenían 100.000 años de antigüedad, pero San Agustín dice que eso es absolutamente falso. En tiempos de San Agustín, la existencia de Isis tenía aproximadamente 2.000 años ¿cómo pudieron tener 100.000 años de antigüedad si Isis solamente estaba a 2.000 años de distancia?

Hubo un acercamiento de parte de los egipcios para conocer las S.E. Fue Ptolomeo Filadelfio quien mandó a 72 expertos en lengua griega y hebrea a traducir las S.E., y a este consejo se le llamó ''El grupo de los 70''. La versión de las S.E. por los 70 interpretes fue llevada por todas las ciudades, considerándose una versión oficial incluso en el Imperio Romano. 

¿Filosofía y concordia de la Iglesia?

Ciertamente podría haber concordia siempre y cuando los filósofos aceptaran la iglesia. Sin embargo, las doctrinas epicúreas, cínicas, estoicas o platónicas no pueden relacionarse con las de la Iglesia. Si miramos el desarrollo de las filosofías que buscan la felicidad (hedonismo, estoicismo, cinismo, etc) encontraremos que cada una difieren entre sí; todas tienen un concepto distinto de la felicidad. 

No obstante, en la Iglesia siempre ha existido concordia entre los hermanos cristianos. Todos estuvieron de acuerdo con los diez mandamientos, así como con todos los preceptos divinos que todos aceptaron llevar a cabo. 


Época de Jesús de Nazareth

Los judíos se quedaron sin profetas cuando se termina el libro de Malaquías. Quedaron los sacerdotes Esdras y Nehemías, aunque a estos no se les considera estrictamente profetas.

Luego de estos dos sacerdotes se desarrollaron las guerras ocasionadas en Macabeos, donde Judas Macabeo y Jonathan Macabeo eran los héroes judíos que luchaba en contra del rey Antíoco de Siria. 

Si bien los judíos no tenían profetas, sí tenían príncipes que fueron considerablemente admirados. Por ejemplo, uno de los últimos príncipes fue el rey Herodes que contribuyó a la reconstrucción del Templo de Jerusalén.

Expansión de la fe católica

Finalmente nació Jesús de Nazareth en Belén y aunque no se sabe mucho de su adolescencia, siempre quedarán los milagros que realizó y sus parábolas a los discípulos. 

La fe de la Iglesia Católica fue tal que se expandió por todo el Imperio y mucho más allá de éste. De ahí nacieron las evangelizaciones que cometieron los discípulos de Jesús como San Pablo. 

Los judíos mataron a Jesús, pero aún así las enseñanzas de Cristo viven, aparte de que estas fueron profetizadas por profetas hebreos. Parece innegable el legado que dejó este personaje tan importante para la historia de la religión. 

Época luego de la muerte de Jesús

La resurrección de Cristo al tercer día representó fe y esperanza para los hombres, pero no por esto dejó de haber guerras ni mucho menos. Recordemos que los cristianos fueron brutalmente perseguidos por algunos emperadores romanos. 

Nerón
Trajano
Domiciano
Antonino
Severo
Máximo
Decio
Valeriano
Aureliano
Diocleciano y Maximiano

Pero la verdad es que estas no fueron todas las persecuciones pues bien tendríamos que contar unas pequeñas que se hicieron por parte de las tribus beligerantes del Imperio Romano. 

Conclusión

Este es un verdadero análisis histórico de la religión y sus problemas durante toda la historia. Realmente me siento satisfecho con el paralelismo que hace San Agustín, sobre todo cuando se hace la diferencia entre las otras ciudades; pues siempre que se lee la religión se hace en consideración a la centralidad de Dios mismo (Israel). Sin embargo, aquí tenemos incluso la mención a los griegos y egipcios en tiempos de los profetas bíblicos o de los pensadores bíblicos más importantes. Llegamos al final de la ciudad de Dios, pero falta analizar cómo ésta termina.