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martes, 7 de marzo de 2017

San Agustín de Hipona - Sobre la doctrina cristiana (Libro II: Palabras y escritura) (395).

San Agustín de Hipona mantiene un interés constante en el uso de las palabras y de lo que significan las mismas. Probablemente, el estudio de las Sagradas Escrituras deben tener una interpretación tal, que todas las palabras deben ser sumamente comprendidas. Es un gran trabajo que ha calado ondo en el interés de los filósofos posteriores tales como Hannah Arendt, Martin Heidegger, Michel Foucault o Jacques Lacan. Ciertamente, ningún libro de San Agustín puede estar al margen del entendimiento de la filosofía, por más religioso que éste sea.

Referencias:

(1) Atención a esta parte que complementa el libro ''Sobre el maestro''. Podemos apreciar bajo este texto la visión que San Agustín tenía sobre el lenguaje. 
(2) Nótese que aquí faltan los dos libros de Samuel. 
(3) De ahí que muchos siglos después Arthur Schopenhauer diga que el cristianismo es platonismo para masas. 

Definiciones:

(1) Genetlíacos: personas que adivinan el futuro de una persona por la fecha de nacimiento. 

SOBRE LA DOCTRINA CRISTIANA

LIBRO II: PALABRAS Y ESCRITURA


Los signos y las palabras

En el libro anterior habíamos visto unos apuntes sobre los signos y que estos eran mucho más importante que las cosas, pues estos les dan significados a las mismas. Todo lo que se habló anteriormente (en el libro anterior) se hizo de tal manera que el hombre pueda captar los signos más que las palabras en sí. Lo mismo pasa con las escrituras. 

Entre los signos los hay de dos especies(1):

  • Signos naturales: son aquellos que sin intención nos hacen conocer otras cosas distintos a la primera cosa. Por ejemplo, el humo es señal del fuego (sin que el humo signifique fuego en sí). Otro ejemplo es la huella del animal.
     
  • Signos artificiales (convencionales): son aquellos que se dan mutuamente entre seres vivos; por ejemplo, el tono de voz que utilizamos para expresar enojo o amor. 

San Agustín dice que los signos naturales no los estudiará en profundidad en este libro, más sí veremos con detalle los signos artificiales. 

Los signos naturales se diferencian de los artificiales en cuanto a que no tienen voluntad para expresarse (el humo no tiene la intención de indicarnos fuego). Los signos artificiales nos ayudan a expresar la voluntad que queremos para con otras personas. Cada signo artificial podría dividirse dentro de los sentidos más importantes para el ser humano.

Sentido de la vista: Nos muestran los signos como lo son las banderas y aquellos gestos que se hacen con las manos. 

Sentido de la audición: Nos muestran los signos que provienen de los sonidos por medio de los instrumentos musicales. 

Sentido del olfato: Nos muestran los signos que vienen del olor ya sea de comida o de cualquier otra cosa. 

Sentido del gusto: Nos muestran los signos que expresan incluso los concepto bíblicos como el vino y el pan; la sangre y el cuerpo. 

Sentido del tacto: Nos muestran los signos que pueden ser percibidos por el toque o rose de las cosas. 

Todos estos sentidos son mostrados con signos, pero más aún están demostrados con palabras. La palabra es una de las cosas más importantes en la comunicación porque puede demostrar todas las cosas que expresamos. 

La torre de Babel


Como sabemos, la religión católica asume que la construcción de las lenguas se dio por el pecado ocurrido al construir la torre de Babel. Ocasionar esta diversidad de lenguas no fue por un pecado menor, pues como decía San Agustín, el peor pecado de todos es la soberbia. En el caso de las lenguas, estas no podrían haber sido nunca concebidas sin la palabra, por otro lado, si nos preguntamos sobre las letras, en cierto sentido, estas serían los signos de las palabras

El estudio de las Sagradas Escrituras

Para comenzar a entender las Sagradas Escrituras junto con el plan divino que Dios nos prepara, primero debemos conocer los grados de conocimiento a Dios. 

  1. Temor: por él conocemos la voluntad de Dios.
  2. Piedad: reprende los vicios que podamos tener, además del odio.
  3. Ciencia: hace que el hombre se lamente de sí mismo al reconocerse como pecador y temporal.
  4. Fortaleza: para después del lamento recobre fuerzas y siga el camino sagrado.
  5. Consejo: purifica el alma alborotada y deja las malas costumbres. 
  6. Pureza de corazón: necesario para reconocer a Dios como todopoderoso.
  7. Sabiduría: al ser puro y sencillo no buscará la aprobación de los hombres sino que la de Dios. De ahí que podrá vivir tranquilo y en paz. 

De todos estos grados para el conocimiento de Dios, San Agustín se ha referido mucho a ellos menos al tercero que comprende la ciencia, del cual ahora la veremos en detalle. 

Los libros sagrados

Todos aquellos que comprendan las características del signo artificial podrán entender de manera completa las Sagradas Escrituras que consisten en:

Antiguo Testamento

Los libros de Moisés:


  • Génesis
  • Éxodo
  • Levítico
  • Números
  • Deuteronomio
  • Jesús hijo de Nave
  • Jueces

Reyes(2):

  • Ruth
  • Paralipómenos
  • Reyes
  • Crónicas

Sin línea cronológica precisa:


  • Job
  • Tobías
  • Ester
  • Judit

Siguen la historia que quedó en Reyes:

  • Macabeos
  • Esdras
  • Nehemías

Cantos de reyes y profetas:

  • Salmos (del rey David)
  • Proverbios (de Salomón)
  • Cantar de los cantares
  • Eclesiastés
  • Sabiduría (de Salomón)
  • Eclesiástico (de Salomón)

Profetas con historia breve:


  • Oseas
  • Joel
  • Amos
  • Abdías
  • Jonás
  • Miqueas
  • Nahum
  • Habacuc
  • Sofonías
  • Hageo
  • Zacarías
  • Malaquías

Profetas con historia larga:


  • Isaías
  • Jeremías
  • Daniel
  • Ezequiel

Todos estos libros encierran la autoridad de la ley antigua, sobre todo en los cinco primero libros (conocidos como Pentateuco). 


Nuevo Testamento

Evangelios:

  • San Mateo
  • San Marcos
  • San Lucas
  • San Juan 

Epístolas:

  • A los romanos
  • A los gálatas
  • A los corintios
  • A los efesios
  • A los filipenses
  • A los tesalonicenses (dos libros)
  • A los colosenses
  • A timoteo (dos libros)
  • A Tito
  • A Filemón
  • A los hebreos
  • A San Pedro (dos cartas)
  • A San Juan (tres cartas)
  • A San Judas
  • A Santiago
  • Hechos
  • Apocalípsis

Los libros ya sean del Antiguo Testamento o del Nuevo Testamento se deben leer atentamente, pero también con el miedo para tener respeto por todas las escrituras. 

Puede que las Sagradas Escrituras confundan al lector por tener signos extraños a nuestro entendimiento. Así se dio con los maniqueos que por la oración ''los demonios se encontraban en el cielo'' pensaban que estos se encontraban con Dios, pues la palabra cielo designa dos cosas. Obviamente, el cielo al que se refiere la Sagrada Escritura es el sagrado y no el que vemos con los ojos. 

¿Cómo evitar la confusión en los textos sagrados?

Los signos artificiales pueden confundirse de dos maneras; pues tenemos los signos propios y los signos metafóricos.  

  • Signos propios: Son los que nos hacen conocer las cosas tal y como son. Por ejemplo, si decimos ''caballo'' queremos decir exactamente ''caballo''. 
  • Signos metafóricos: Son los que, usando palabras propias, quieren decir otra cosa de la que pronuncian. Por ejemplo, en un versículo existe la metáfora ''No pongas bozal al buey que trilla'' obviamente queremos decir por buey al hombre.

Una vez conocidos los signos propios y metafóricos, la lectura de las escrituras se hará mucho más fácil. 

Otra de las cosas muy necesarias para no caer en confusión con las lenguas es aprender las lenguas latinas y hebreas. Los múltiples errores de traducción pueden confundir el doble al lector, por lo que queda solamente aprender las lenguas originarias. 

Diversidad de lenguas y traducciones

Muchas traducciones de la biblia se contradicen unas a otras y el lector no sabe por cual elegir. Sin embargo, quien conoce la lengua originaria podría acertar inmediatamente en la traducción correcta. 

De ahí que hubieran dos traducciones de lo que dijo Isaías:

Primera traducción:


''Si no creen, no permanecerán''

Segunda traducción:


''Si no creen, no entenderán''


Evidentemente las traducciones difieren totalmente, pero si entendemos el latín podremos ver que la creencia es necesaria tanto como para encontrar a Dios como para entender la ciencia de las cosas, pues primero nos debemos someter a la autoridad y luego a la razón. 

San Agustín recomienda entre todas las versiones de traducción que existen de la biblia, se elija la versión itálica y la griega de los 70's (quiere decir del año 370), ya que para corregir los escritos en latín se recurrirá a ver la traducción griega que se hace de la biblia. 


Las artes y las Santas Escrituras

Los mitos y fábulas de otras razas no son en absoluto un obstaculo o un enemigo para las Santas Escrituras. Al contrario, los cristianos deben servirse de cada una de ellas para sustentar las actividades cristianas. 

Si no hubiera sido de esta forma, entonces no podríamos nunca haber tenido la biblia, pues se dice que las letras fueron creadas por Mercurio. Ningún problema puede haber en que existan estatuas en el partenón, pues el buen cristiano, si está firme en sus convicciones con Jesús, de nada afectarán las adoraciones paganas. 

Supersticiones

Ya habíamos hablado sobre la desaprobación de San Agustín para con los llamados astrólogos (que en su tiempo se llamaban matemáticos). 

Muchos hombres se han visto engañados por las teorías astrológicas, las cuales suponen saber el comportamiento, el futuro y el pensamiento de los hombres. Lamentablemente, todos los hombres son cegados por los matemáticos y creen sin ninguna duda en estos hombres; por lo demás, las Sagradas Escrituras condenan totalmente este tipo de prácticas:

''Si pudieron hacer tanto que pudieron calcular el siglo, ¿cómo no encontraron más fácilmente al señor?''
(Sabiduría 13:9)

Una de las críticas más agudas a los astrólogos es que el nacimiento de los gemelos no define el mismo comportamiento de los dos hermanos. Al contrario, los gemelos pueden ser muy diferentes y además, Agustín nos dice que es muy difícil determinar el verdadero nacimiento de los gemelos, es decir, si realmente nacen al mismo tiempo. 

Así lo hace ver el ejemplo de Esaú y Jacob quienes eran gemelos y bueno, la misma historia de ellos nos demuestra lo distintos que fueron. 

La adivinación de los astrólogos yace en que aciertan a muchos hechos futuros y con eso pueden atraer a los hombres a que crean en ellos. Lo que lleva a estos hombres a conjeturar que el cielo puede hablarnos sobre los comportamientos que los hombres tienen, es justamente el peor pecado de todos: la soberbia. De acuerdo con San Agustín, aceptar que somos humanos y que sólo Dios puede saber nuestros comportamientos es signo de humildad.


Filosofía 


Una de las ciencias que ayuda mucho con la lectura de las Sagradas Escrituras es la historia. Sin ella no podríamos comprender los períodos en donde Jesús padeció a manos de los romanos todas las torturas que sabemos. 

Muchos expertos de las Sagradas Escrituras y además expertos en la filosofía decían que todo lo sacado del cristianismo era extraído por los libros de Platón(3). Y claro, parece una afirmación verosímil ya que Platón existió mucho antes de la venida de Jesús. En todo caso, para Agustín es una locura creer que Platón tuviera estas ideas antes que Jesús; de hecho, para San Agustín es probable que Platón haya extraído sus ideas justamente del cristianismo y no al revés. ¿Por qué? ¿no se supone que Platón existió antes? pero el cristianismo ya se estaba desarrollando, no con Jesús, pero sí con las ideas de los profetas del Antiguo Testamento; por lo tanto, Platón sacaría sus teorías de la teología del Antiguo Testamento.

¿De cuanto nos servirá el conocimiento de los animales y de los alimentos en las Sagradas Escrituras? el conocimiento de estas cosas no tendrá ningún problema siempre y cuando no se termine adorando a las plantas en sí o a los animales en sí. El conocimiento de los astros tampoco será un obstáculo siempre y cuando no se extrapolen dichos conocimientos de los genetlíacos(1) a los augurios. 

La dialéctica y la lógica

La dialéctica es de por sí uno de los géneros más útiles para llegar a la verdad en las Sagradas Escrituras. Eso sí, de la dialéctica hay que evitar la obstinación o el engaño porque suele suceder que en este tipo de conversaciones se caiga en dichos errores. 


Conclusión

Por supuesto que podríamos ver este libro como una exhortación a leer y comprender las Sagradas Escrituras. Es interesante ver también como San Agustín introduce el tema de los signo, el cual ya había tratado en ''Sobre el maestro''. También es interesante ver su crítica a la superstición como a la astrología, al culto a los objetos que nos procuran ciertos bienes y la aceptación de la dialéctica como método para conocer la verdad. Otra cosa que me llamó mucha la atención fue lo que San Agustín habló de Platón ¿Habrá Platón conocido las Sagradas Escrituras del Antiguo Testamento? La verdad es que es poco probable y que esto sólo podría ser una especulación por San Agustín