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viernes, 26 de mayo de 2017

San Agustín de Hipona - Contra los arrianos (418 - 428).

Las disputas contra la Iglesia Católica son inacabables y San Agustín de Hipona da la cara para ir en favor de su religión. ¿Quienes son los que ahora debe enfrentar? unos antiguos enemigos de la Iglesia, que se supone fueron vencidos en uno de los concilios más importantes de la historia del catolicismo: el Concilio de Nicea. Estos fueron los arrianos quienes no dan tregua con su ideología no-trinitaria. Veamos a los persistentes enemigos de San Agustín

CONTRA LOS ARRIANOS

¿Quienes eran los arrianos?

Antecedentes

Una vez que el Nuevo Testamento había llegado a mano de los hombres para hablar sobre la vida de Jesús, un grupo de hombres comenzaron a polemizar sobre la naturaleza de Jesús y de la Santísima Trinidad. 

La Iglesia Católica no había enfrentado un sigma tan significativo como este todavía, pues, en realidad, los arrianos fueron los primeros que tuvieron diferencias con la Iglesia. Tanto fue así que se tuvo que inaugurar un concilio para que se pudieran resolver las dudas.

Historia del arrianismo

El nombre de arrianismo proviene del mismo nombre de su creador del cual sólo tenemos su primer nombre: el sacerdote Arrio. 

Arrio y sus comienzos

Arrio fue un sacerdote asceta, presbítero y cristiano nacido en Alejandría que vivió entre los años 235 y 336. La vida del sacerdote nos queda vedada por muchos vacíos históricos y por la falta de documentación biográfica, pues cuando el arrianismo fue condenado, todo lo relacionado con esta doctrina fue eliminado. 

Lo que si se sabe es que era descendiente de los bereberes quienes eran habitantes de lo que actualmente podríamos llamar Libia. Se cree que podría haber sido discípulo de San Luciano de Antioquía, quien era un hombre cristiano, pero que en alguna parte de su vida se tomó por sospechoso de herejía. 

Concilio de Nicea

La disputa arriana no fue algo inocuo sino que en verdad fue muy problemática para la Iglesia. Ya el mismo Constantino I, que si bien estaba de lado de los cristiano, también tenía sus dudas en cuanto a la divinidad de Cristo. 

Las dudas e interrogantes eran tantas que en el año 325, el emperador Constantino I decidió convocar el primer concilio religioso de la historia: el Concilio de Nicea. 

Arrio asistió con unos 22 obispos, incluyendo a su ''caballito de batalla'' quien era el obispo Eusebio de Nicomedia para hacer frente a la polémica. El debate fue arduo, Arrio insistía en la supremacía del Padre y que el hijo había sido engendrado por él, mientras que los cristianos ortodoxos decían que eran iguales. Tanto fue así de ardiente el debate que Arrio fue golpeado en la cara por San Nicolás de Bari y en respuesta a esto, Eusebio orinó en la túnica de Nicolás de Bari.

Finalmente, la disputa se solucionó a favor de los nicenos apoyando la afirmación de que Jesús era ''homouisiano'', es decir, de la misma sustancia del Padre, con lo cual el arrianismo es condenado a la herejía y a la persecución. 

Doctrina del arrianismo

Discrepancia con Alejandro I: el Hijo es engendrado

El comienzo de la doctrina se vislumbro primeramente en un discurso que dio el Papa Alejandro I que trataba sobre la relación del Padre y el Hijo. Muchas veces se dice en la biblia que el Hijo fue engendrado por el Padre, a lo que Arrio respondió que si esto era así, entonces el Hijo no tendría una naturaleza divina. En efecto, como todos sabemos, el Hijo es el mismo Jesús quien vivió en la tierra siendo hombre de carne y hueso. 

El Papa Alejandro I, muy molesto con el pensamiento Arriano, culpaba a San Luciano de haber influenciado una doctrina herética a Arrio, pero no tenía pruebas para decir que efectivamente era así. 

Si el Hijo, Jesús, tiene una naturaleza divina, entonces ¿cómo es que fue engendrado como mortal? la única respuesta posible para Arrios sería decir que Jesús siempre fue mortal. 

Discrepancia con Orígenes: Hijo inferior al Padre

A primera vista, la teoría de Arrio parece bastante verosímil, pues en ninguna parte de la biblia se dice literalmente que existe una cierta naturaleza de Cristo. Pero si todo hijo es engendrado de un padre, entonces vale decir que el Hijo de Dios fue creado por el Padre. Por eso dice Arrio la siguiente aseveración:

''Hubo un tiempo en que el Hijo no existió''

Orígenes, quien fue uno de los primeros padres de la Iglesia, Advertía que el Hijo era inferior al Padre en muchas cosas y en otras eran iguales. Sin embargo, como tesis final, Orígenes nos dice que entre los humanos, la relación de padre e hijo se termina con la muerte; en cambio, con los seres divinos como lo serían el Padre y el Hijo, no podrían tener una relación si esta no fuera eterna. 

La molestia de Arrio con las doctrinas de Orígenes se hicieron saber a las autoridades romanas, aunque Arrio también aprovechó muchas de las diferencias que sí reconocía Orígenes para fundamentar su teoría en su autoridad, es decir, Arrio tendría como referente al mismo Orígenes padre de la Iglesia Católica. 

Además, la misma biblia reconoce (en la lectura de Arrio) que el Hijo es inferior al Padre:

''No he venido por mi cuenta, él me ha enviado''
(Juan 8:42)

Hay muchas otras donde se reconoce la superioridad del Padre frente al Hijo:

''Descendí del cielo no para hacer mi voluntad, sino la del que me envió''
(Juan 6:38)

Todo esto da a pensar que la superioridad del Padre es incuestionable y puede llevarse a la relación terrenal del Padre e Hijo; es decir, el padre manda y el hijo obedece: una clara aseveración de que el Padre es muy superior al Hijo. 

Refutación de San Agustín

Padre e Hijo con coeternos

Principalmente, San Agustín refuta la teoría arriana basándose en la biblia, pues el mismo Evangelio de Juan refiriéndose a Jesús dice:

''El es el verdadero Dios y la vida eterna''
(Juan 5:20)

El punto más fuerte quizás de la controversia arriana sería decir que hubo un tiempo en que el Hijo no existía. Sin embargo, si se es cristiano y se dice ''En el principio existía el Verbo y todo fue hecho por él'', entonces se tendrá que aceptar el el Hijo (que es el mismo Verbo) ya estaba al principio de los tiempos junto con el Padre.

Los arrianos agregan que el Hijo fue creado por voluntad del Padre, pues así nace todo Hijo. Y si el Padre lo quiere, con mayor razón el Hijo es creación del Padre. Ahora, toda voluntad del Padre el Hijo la acata sin ningún pero y es verdad. Sin embargo, San Agustín se saca esta argumentación diciendo que si bien, el Hijo estaría ''sometido'' a la voluntad del Padre, entonces ¿por qué el Hijo está con el Padre en la tierra? porque así dice en la biblia:

''No estoy yo sólo, porque mi Padre está conmigo''
(Juan 16:32)

Palabras hechas y dichas por el mismo Jesús en el Evangelio de Juan. 

La naturaleza de Cristo

Deberíamos decir con el relato de San Agustín que Jesús es 100% divino y 100% humano. Divino en cuanto está con el Padre y mortal cuando bajó hasta la tierra a enseñar sus lecciones a los hombres. De ahí que en la biblia pase refiriéndose de una naturaleza a otra diciendo:

''El Padre es mayor que yo''
(Juan 14:28)

''Yo y él Padre somos uno''
(Juan 5:21)

La dualidad de Cristo no hace ninguna merma al Padre ni a su propia divinidad del Hijo, pues fue enviado como hombre, y como hombre debió sufrir. 

Podríamos decir que la crítica agustiniana hacia Arrio sería interpretar la biblia de manera literal, en contraste a como lo hace San Agustín que es de una manera más interpretativa. 

Contra Maximino

Otro de los problemas que debió enfrentar San Agustín contra los arrianos, fue contra su obispo llamado Maximino. Entre muchas de las cosas que Maximino le reprochaba a San Agustín, una de ellas era que si el Hijo era igual que el Padre, entonces los dos debieran ser idénticos lo cual no es cierto.  

Pero el planteamiento de Maximino puede caer en una inconsistencia porque bien se puede decir: Adán es igual a sus hijos, porque tanto Adán como sus hijos son humanos. Así, tanto el Padre y el Hijo son divinos. 

Arrianismo en la posteridad

Condenas y concesiones

A pesar de las argumentaciones de San Agustín y de los concilios realizados a lo largo de la historia, el arrianismo siguió resultando atractivo para emperadores, intelectuales y teólogos. De hecho, el mismo Constantino II, sucesor inmediato de Constantino I, aceptaba de buena gana el arrianismo; sin embargo, pasaron los emperadores y finalmente, Teodosio I condena definitivamente el arrianismo en el Concilio de Constantinopla. 

Actualidad

En la actualidad aún subsisten ciertos grupos que defienden el arrianismo; como por ejemplo, La Sagrada y Apostólica Iglesia del Catolicismo Arriano quienes dicen seguir la doctrina de Arrio. Esta iglesia fue canonizada el año 2006 y aún sigue vigente en Inglaterra que fue el lugar donde se creó.

Testigos de Jehová

Mucho se dice que los Testigos de Jehová son los actuales arrianos, ya que estos tampoco aceptan la Santísima Trinidad. Si bien este principio es fundamental en el arrianismo, existen diferencias fundamentales también en las costumbres y creencias que tienen las dos religiones. Por ejemplo, los Testigos de Jehová aseguran que el Hijo puede conocer al Padre totalmente, mientras que los arrianos negaban esto. 

Conclusión

Interesantísimo el cisma que tenemos en estas páginas del blog, del cual San Agustín rehusaba totalmente. Si este cisma tuvo tanta significación incluso en los tiempos modernos, ¿cómo no va a tener significación o vamos a dejarlo fuera de la discusión? Los mismo cristianos aceptaron que el problema tenía una duda razonable que era necesario discutir. Por supuesto, la discusión no queda aquí, es decir, no porque se celebre un concilio la victoria doctrinal se acaba pues veremos como más adelante siguen surgiendo más discusiones. Al parecer, las verdades se odian entre sí.