jueves, 17 de marzo de 2016

Marco Tulio Cicerón - Pro Murena (Defensa de Lucio Murena) (63 a. C.).

Nuestro orador se presenta ante las grandes dificultades de su discurso de las Catilinarias. No solo corre peligro Marco Tulio Cicerón, sino que también la república pues Catilina ya está poniendo manos a la obra a la conspiración. Exacto, esta defensa fue realizada a Lucio Murena, un destacado pretor de la república romana, en el tiempo entre la segunda y tercera Catilinaria de Cicerón. El soborno era una cuestión penada por ley en la republica romana, pero también era algo que lograba pasar desapercibido. La prevaricación es una acusación grave y sobre todo cuando se hace a un cónsul con la importancia de Lucio Licinio Murena. Veamos cómo el orador pudo defender al cónsul.

Referencias:

(1) Doctrina filosófica que rechaza las comodidades materiales por una vida guiada por la razón. 
(2) Zenón de Citio (332 a.C. - 263 a.C.) fue uno de los fundadores del estoicismo,

PRO MURENA
DEFENSA DE LUCIO MURENA

Contexto

Concordando con las fuentes históricas, podemos comprobar que en realidad la acusación no era una cuestión fabricada ni mucho menos falsas; evidencias habían. Es el período entre la pronunciación de la segunda y la tercera catilinaria que Cicerón había hecho. Dos hombres son los que culpan a Murena de corrupción: Catón y Sulpicio. Estos tenían tres acusaciones principales:


  1. Basada en su vida personal anterior (reprehensio vitae)
  2. Falta de mérito en su consulado (contentio dignitatis)
  3. Soborno electoral (crimina ambitus)

Por otro lado, tenemos a tres defensores para Murena: Hortensio, Craso y Cicerón.

Defensa

Molestia de Catón

Antes de comenzar la defensa Cicerón empieza hablando sobre las dificultades que tuvo para defender a Murena. Catón no estaba de acuerdo que Cicerón siendo cónsul lo defendiera, pues no sería ''correcto'' que un cónsul defendiera a otro. De hecho, Cicerón y Murena son muy buenos amigos y por lo tanto no estaría en condiciones de defender según Catón. 

El orador contesta que, aparte de ser su amigo, Murena sigue siendo un ciudadano que necesita el auxilio de otro; Cicerón considera una crueldad no atender al auxilio de un ciudadano y más si es un amigo, pues todos hacemos favores a los amigos, más aún si está dentro de la ley. 

Los grandes hombres

Cicerón nombra por lo menos dos actividades que deben tener los grandes hombres; una la del buen general, y la otra la del buen orador. A estas le siguen también valores como justicia, lealtad, probidad y moderación. 

Todas estas características las resaltaba Cicerón a Lucio Murena, pues se desempeñó en grandes guerras en los períodos de Sila, desempeño que lo llevó a tomar el cargo de cónsul.

En realidad, la acusación de Servio Sulpicio no es más que por intereses políticos. Las mismas razones tiene Catón, quien es amigo de Sulpicio y quien solo quiere ayudar. 


Razones de Marco Catón

Cicerón acepta las grandes cualidades de Marco Catón, pero también quiere hacer ver en lso errores que cae al acusar a Murena de tal delito. 

Doctrina estoica(1) 

El mismo Marco Catón se dejó influenciar por la filosofía estoica, sobre todo inspirado por Zenón de Citio(2). Esta doctrina se aleja de los placeres materiales para guiarse por una vida guiada por la razón. Catón siempre predicó esta filosofía de vida, pero en su vida personal nunca lo demostró. Cuando acusaba en el Senado a Lucio Murena, era habitual escucharlo caer en contradicciones; por ejemplo, decir que ''el sabio no se encoleriza'' diciéndolo de forma encolerizada, o que ''el sabio nunca conjetura, sino que afirma. Nunca se equivoca''. Pero la verdad es que el sabio si afirma unas cosa y conjetura otras.  

¿Cuanta credibilidad podría tener alguien que cae en contradicción con su propia filosofía de vida?

Lucio Murena como Cónsul

Como sabemos, Catilina ya estaba preparando la conspiración mientras Cicerón estaba defendiendo a Murena. El orador le dijo al Senado y al pueblo romano que era totalmente necesario, que un buen y preparado cónsul esté a cargo de la situación, pues Catilina estaba dispuesto a todo para conseguir el consulado. 

Conclusión

En este pequeño discurso podemos ver que Cicerón era muy amigo de Murena. Éste finalmente quedó absuelto, aunque queda la probabilidad de que en realidad haya sido culpable. Sin embargo, el pueblo romano necesitaba justamente en ese momento un cónsul como Murena contra Catilina. Posteriormente, de la vida de Lucio Murena no se sabe más, excepto de su muerte en el año 22 a. C. El orador nos demuestra una vez más que es capaz de defender a quien sea sin ningún problema.  

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